El medicamento experimental contra el ébola, ZMapp, nunca probado en humanos antes de ser administrado a dos estadounidenses infectados en Liberia, llegó este sábado al Hospital de Madrid donde está ingresado al misionero español Miguel Pajares, informó el ministerio de Sanidad.

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“Después de que la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (…) haya autorizado la importacion excepcional de este fármaco”, el ZMapp llegó por la tarde al hospital Carlos III donde se encuentra el sacerdote de 75 años, anunció el ministerio en un comunicado.

Pajares, muy debilitado por la enfermedad, había llegado a España el jueves a bordo de un avión militar medicalizado, junto a la monja Juliana Bonoha, también española, quien de momento dio negativo en las pruebas de ébola.



El religioso, ingresado bajo fuertes medidas de seguridad sanitaria, pidió que no se informe de su evolución y sólo se sabe que se encuentra “estable”.

El ZMapp, producido por un laboratorio privado estadounidense que hasta ahora solo lo había probado en animales, fue importado a España “al amparo de la legislación que permite el uso de medicamentos no autorizados en pacientes que padecen una enfermedad que pone en peligro su vida y que no puede ser tratados satisfactoriamente con un medicamento autorizado”, precisó el ministerio.

El fármaco, un cóctel compuesto por tres anticuerpos denominados “monoclonales” capaz de reconocer las células infectadas por el virus y de provocar una reacción inmunitaria, fue importado desde Ginebra gracias a “un acuerdo entre el laboratorio que desarrolla el medicamanto, la Organización Mundial de la Salud y (la ONG) Médicos Sin Fronteras”, agregó.

La decisión de administrar un tratamiento experimental a un enfermo debe ser tomada por el médico responsable con el consentimiento del paciente previamente informado, subrayó.

El ZMapp fue utilizado por primera vez en dos estadounidenses, el doctor Kent Brantly y su ayudante Nancy Writebol, tras la repatriación del primero hace una semana y de la segunda tres días después.

La decisión de utilizar un medicamento experimental para curar a dos estadounidenses cuando casi 1.000 africanos murieron por la epidemia desató cuestionamento éticos.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) anunció una reunión extraordinaria la semana próxima para evaluar la posibilidad de utilizar el ZMapp en África occidental.

AFP