El actor Robin Williams murió como consecuencia de un suicidio, según se presume, y ya hay especulaciones sobre lo que ocurrirá con el dinero que obtuvo por su trabajo en numerosas películas de Hollywood, como Patch Adams, Jumanji, La Sociedad de los Poetas Muertos y El Mejor Padre del Mundo, entre muchas otras.
Lo cierto es que ya tenía todo arreglado desde hace unos años. Williams creó un fondo en 2009 para proteger a sus hijos y evitar que malgasten su dinero. Según informó TMZ, la idea del actor era que los chicos recibieran la parte que le correspondía a cada uno, pero en tres cuotas.
El actor de 63 años tuvo tres hijos: Cody, de 22 años, Zelda, de 25 y Zachary, de 31. Todos ellos recibieron un tercio del dinero al cumplir los 21, la otra parte a los 25 y la última porción al cumplir los 30 años, por lo cual sólo uno de ellos ya cuenta con todo el dinero que le dejó su papá.
No se sabe cuál era la fortuna total del talentoso actor antes de su muerte, pero se especula con que también le dejó en el testamento una importante suma de dinero a su actual mujer, Susan Schneider, con quien se casó en 2009.
En 2012, la fortuna de Williams era de unos 130 millones de dólares, pero en 2013, él mismo reveló en una entrevista que estaba casi en bancarrota como consecuencia de sus dos divorcios. Por ese entonces, puso en venta su mansión a unos 35 millones de dólares, «para estar solvente de nuevo».
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