Un concertista de violín, diagnosticado con un temblor, tocó el instrumento mientras sufría una operación en el cerebro. De esta manera fue capaz de ayudar a los cirujanos a localizar el lugar exacto en su cerebro para colocar un implante que permitiría resolver o aliviar este problema.
Roger Frisch, un concertino con la Orquesta de Minnesota, fue diagnosticada en 2009 con temblores, una condición que ocurre cuando las secciones del cerebro que controlan el movimiento envían señales anormales a los miembros del cuerpo. Los temblores no eran particularmente fuertes, pero sí afectaban a Frisch en su condición de músico -pudiendo arruinar su carrera-, para el que el control exacto de los movimientos de sus brazos es esencial en su profesión de músico.
Según informa el Daily Mail, a los médicos se le ocurrió la ingeniosa idea de utilizar arco de violín de Frisch para ayudar a determinar dónde estaba su temblor.
De ahí que se colocara un dispositivo en el extremo del arco de Frisch que tradujo su temblor en un gráfico en una pantalla de ordenador que los cirujanos pudieran verificar. Así, mientras que los cirujanos disponían los electrodos, Frisch tocaba su violín.
Sometió a la operación durante esta primavera y transcurridos unos meses, el violinista ha podido reincorporarse a su puesto de concertino asociado con la Orquesta de Minnesota.
Frisch tiene ahora un pequeño dispositivo que le permite controlar su temblor de vez en cuando con sólo pulsar un botón.