TOKIO. Cerca del 5% de los adultos japoneses son ludópatas, casi el mismo porcentaje que el de ciberdependientes, una patología en fuerte crecimiento en un entorno propicio al desarrollo a este tipo de conducta, reveló un estudio hecho público el miércoles.
En torno a 5,36 millones de japoneses de 20 años y más (incluidos 4,4 millones de hombres) no pueden evitar jugar, principalmente al «pachinko» y al «pachinslot», unas suertes de billares verticales y de jackpot, en unas salas especiales que se encuentran en todo Japón.
Según el estudio llevado a cabo por Susumu Higuchi, director de un centro hospitalario especializado en las adicciones «en la mayoría de países del mundo, en torno al 1% de los adultos tienen una adicción al juego, y en comparación, la proporción en Japón es muy elevada».
El documento, realizado para el ministerio de Sanidad a partir de 4.153 respuestas, responsabiliza de la situación la presencia de estos espacios de «pachinko» en cada esquina del país.
La publicación en la prensa japonesa de los resultados de la investigación coincide con el proyecto del gobierno de autorizar los casinos en Japón, «lo cual podría agravar la situación», subraya el autor.
Por otra parte, las mismas investigaciones muestran que 4,20 millones de adultos nipones (50% más que cinco años antes) son dependientes de internet, incluido 1,20 millón de «forma enfermiza». Son incapaces de reducir voluntariamente el tiempo de navegación para el cual sacrifican su vida social, profesional y familiar.
«En cinco años, el uso de teléfonos inteligentes se ha amplificado y los contenidos en línea se han multiplicado por lo que podemos suponer que esto ha aumentado el número de usuarios dependientes», considera el investigador Higuchi.
En torno al 4,5% de los hombres y el 3,5% de mujeres se encontrarían en esta situación, particularmente en la categoría de edad comprendida entre los 20 y los 39 años.
Frente a estas dependencias, el alcoholismo casi podría considerarse un problema menor en el archipiélago: «solo» 1,09 millón de individuos sufrirían de dependencia patológica de la bebida.