WASHINGTON. El general de mayor rango del Ejército estadounidense cree que los extremistas de Estado Islámico (EI) se convertirán «pronto» en una amenaza para Estados Unidos y Europa y que será necesaria una coalición internacional para enfrentarlo, dijo su portavoz este lunes.
Comandantes de Estados Unidos están viendo «opciones» para luchar contra los yihadistas en Irak y en Siria, dijo Ed Thomas, portavoz del general Martin Dempsey.
El secretario de Defensa, Chuck Hagel, adoptó un tono más estridente la pasada semana en una conferencia de prensa del Pentágono, al sugerir que militantes de Estado Islámico representan una grave amenaza que supera el peligro de otras organizaciones como la red Al Qaida.
Funcionarios del Pentágono dicen que Hagel y Dempsey comparten esta opinión.
«(Dempsey) cree que EI debe ser presionada tanto en Irak como en Siria», añadió.
«Cree que será necesario formar una coalición de capacidad regional y asociarse con Europa para enfrentar la amenaza del EI».
Dempsey, jefe del Estado Mayor Conjunto, ha descrito constantemente a Estado Islámico como una amenaza que podría convertirse en una amenaza directa para Estados Unidos y Europa, ya que combatientes extranjeros con pasaportes occidentales podrían tratar de llevar a cabo ataques en sus países.
«Su misión actual (de Dempsey) es proteger a ciudadanos estadounidenses e instalaciones y esto incluye, por supuesto, acciones necesarias para proteger territorio nacional donde sea que residan estas amenazas», dijo Thomas.
En una reunión con el Centro de Mando de Estados Unidos, que supervisa a las fuerzas estadounidenses en Oriente Medio, Dempsey «está preparando opciones para combatir a EI tanto en Irak como en Siria con una variedad de herramientas militares que incluyen ataques aéreos», dijo en un comunicado.
Aviones de guerra estadounidenses llevan a cabo ataques aéreos en Irak contra militantes de EI desde el pasado 8 de agosto, con más de 100 bombardeos teniendo como objetivo a yihadistas en el norte, cerca de la represa de Mosul. Tropas iraquíes y kurdas recuperaron el control de la represa desde que empezó la ofensiva estadounidense.
La administración de Obama ha dicho que las opciones siguen estando abiertas sobre potenciales ataques militares en Siria, pero no ha tomado una decisión final al respecto.