Por Alexis Beltré
A mi particularmente me duele Niní. Señores tuvo que darse la combinación de tener invitados internacionales, y vaya que invitados (desde Praga) y que lloviera como pasó el fin de semana reciente, luego de 9 meses de sequía, para que se destapara o al menos se diera a conocer a la luz pública que el Teatro Nacional Eduardo Brito y más que todo su sala principal Carlos Piantini, está en muy malas condiciones. Increíble.
Sucede que tuvo que llegar el día (sábado 23/08/14) cuando se presentaría el Ballet Clásico de Praga (Praga es la capital de la República Checa) aquella ciudad europea de luces y completamente desarrollada, para actuar en la sala principal del Teatro Nacional, que en medio de goteras y problemas de toda índole se destapara la controversia porque precisamente nuestra principal sala de espectáculo del país está inservible.
Cuando digo inservible lo hago porque no sólo es goteras en el escenario que caen cuando llueve, no, es que además: “Las condiciones actuales de los equipos técnicos del Teatro Nacional después de 41 años de funcionamiento son precarias. Los cortinajes, sean patas, bambalinas o telones, deben ser reparadas y limpiadas y algunas cambiadas por nuevas. La concha y techos acústicos debe ser reparada. El telar debe limpiarse y reponer algunas piezas como frenos y poleas, así como barras que tienen desgastes”, dice un informe emitido por una persona ejecutiva del Teatro Nacional que llegó a las manos de este diario.
Además de que el sonido se puede ir en cualquier momento, existe el riesgo de accidentes que podrían ser fatales por las precariedades y los problemas que presentan varias áreas de este Teatro Nacional”. Tomado del Listín Diario.
Claro este es un país que llueve poco dirán algunos, no es así, pero la verdad es que teníamos como nueve meses sin lluvia en casi todo el territorio nacional, y precisamente había que hacer el ridículo frente al público presente allí en la fecha señalada y sobre todo ante estos artistas internacional que cuidan tanto su calidad y profesionalidad, con un nombre en lo más alto del ballet mundial como lo es el Ballet de Praga.
No quiero yo recordar al bailarín español Joaquín Cortez cuando vino al país por primera vez que dijo “yo pensaba que había llegado a una selva”, claro ya luego de estar aquí pues su idea cambio un tanto. Pero no debemos dar motivo para que eso pase.
Pero los problemas técnicos y del personal no quedan ahí: “El personal técnico debe trabajar en condiciones físicas y de ambientación que resulten confortables y estimulantes, para obtener un mayor rendimiento en el trabajo. En estos momentos el sistema de aire acondicionado del Teatro está en condiciones muy precarias”, sostiene este informe que resalta todas las dificultades que por más de 20 años ha estado registrando este centro y que además, sostiene, debe de haber una revisión salarial para el personal técnico que labora en la institución cultural”, también tomado del Listín Diario.
Pero si estaba el dinero para resolver eso, si se sabía que el Teatro está en esas condiciones por qué no se había intervenido antes, es un poco hacer para lo que estamos llamados y comprometidos, es cumplir con nuestro deber, es si se quiere como diría alguien del pueblo es para lo que nos pagan…
Y de todo esto me duele y me preocupa, y que el nombre del actual director Niní Cáffaro este medito en eso, si ese Niní exitoso por décadas como funcionario de la Cervecería Nacional Dominicana, un gerente, y claro como artista ufffffffffff, ni se diga, lo máximo. Niní si no se puede diga que no y entregue el cargo, sencillo.
Podemos sacar conclusiones y decir que en los últimos años todos estos show, presentaciones nacionales e internacionales y todo tipo de eventos que se han presentado en la sala principal del Teatro Nacional Eduardo Brito, no se han dañado, no han sido un verdadero desastre, porque no ha llovido, si, porque no ha coincidido con un mal tiempo o una vaguada. Increíble.