LONDRES. Una lengua (humana) de más de 10 cm, un fan de James Bond y un gato saltador figuran en la última edición del libro Guinness de los récords, que festeja sus 60 años de existencia y estará desde este miércoles en las librerías.
Esta edición aniversario reúne todos los nuevos récords, así como una retrospectiva de los más destacados en estos sesenta años.
Este año, un californiano, Nick Stoeberl entró en la historia gracias a su lengua que, con 10,1 cm de longitud, es considerada la más larga del mundo dentro del género humano.
En Japón, el excéntrico Akiko Obata llenó su apartamento con 8.000 reproducciones en plástico de frutas y otros alimentos.
Por su parte, en el Reino Unido dos plusmarquistas se integran a la obra. El londinense Yannick Read diseñó la caravana (casa rodante) más pequeña nunca concebida, con apenas 2,4 metros de longitud, pero provista de una cama individual, bar y un hervidor de agua para el té, of course!
Nick Bennett, otro británico, es un cinéfilo apasionado y especializado, quien se ha convertido en el poseedor del mayor número de «souvenirs» de las películas de James Bond. Este fan atesora una colección de 12.463 objetos.
Por su parte, Alley, un gato estadounidense, pasó a la posteridad tras registrar un salto de 1,83m, el más largo de la historia realizado por un felino doméstico.
También figura Karsten Maas, un alemán que creó un club de golf con un recorrido de 4,39m.
La obra reedita otros récords que marcaron las últimas seis décadas, como el de Michael Jackson, monumento de la industria musical.
«Este año tuvimos que tratar alrededor de 50.000 reivindicaciones de récords, lo que nos brindó un buen número de desempeños y marcas entre los que pudimos elegir», declaró Craig Glenday, editor del libro.