Si bien el fin puede ser loable y muchos de ellos aseguran que mienten para que una esté más contenta, lo cierto es que una mentira, por muy piadosa que sea, siempre es eso: una mentira. Y acá van cinco de las más frecuentes que dicen los hombres.
1.- “No te preocupes, yo puedo arreglar eso”. Tal frase está apalancada en el ego de los hombres, que están seguros que su condición masculina los hace expertos en electricidad, gasfitería, albañilería, etc. El problema, es que una les cree, pero tarde o temprano termina igual llamando al verdadero especialista. Y lo que es peor, pagando el doble de la reparación original porque deben componer lo que arregló nuestro “maestro”.
2.- “No si yo no la estaba mirando”. La escena es la siguiente: estás en un lugar con tu pareja y de pronto descubres que mira con inusual interés a una rubia, una morena o bien una mujer despampanante que pasea mostrando el escote. Cuando le preguntas por qué la mira, él dice sin pestañar, no si yo no estaba mirando nada…o estaba observando el florero que hay allá atrás. La próxima vez que te ocurra dile con sinceridad: si uno no es tonta, se da cuenta y lo mejor es que no nieguen lo que hace, menos si los pillan infraganti.
3.- “No voy a llamarte, porque en ese lugar no hay señal”. Es un viernes en la noche tu amado se apresta a salir con los amigos, cuando está un par de cuadras del lugar te llama y te da las buenas noches, advirtiéndote “no creo que te pueda llamar, ahí no hay señal”…aunque nunca ha concurrido a ese sitio. La situación parece ser al menos, extraña.
4.- “Te ves bien con cualquier cosa”. Escuchas eso mientras le preguntas a tu compañero por décima vez como te queda ese vestido. El muy caballerosamente te mira a los ojos y te dice: “No te preocupes, te ves bien con cualquier cosa”. Lamentablemente esa frase es sólo efecto del agotamiento de dar críticas reales y la verdad es que ni sabe el color de lo que estás probándote.
5.- “Confía en mí, yo nunca te mentiría”. La clásica frase de un hombre que no dice la verdad: Si la escuchas de la boca de tu pareja, empieza a preocuparte, tal vez ese sea el corolario del engaño.
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