Editorial del periódico El Nuevo Diario elaborado por Persio Maldonado, ante la expulsión de Hard Rock Café de Blue Mall, del periodista Héctor Romero.
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El periodista Héctor Romero, de El Nuevo Diario, fue expulsado de Hard Rock Café de Blue Mall, justo al momento de acudir a cubrir una rueda de prensa al que había sido convocado este medio. El propio señor Peter Gauster, accionista mayoritario del centro de diversión, le comunicó que no lo deseaba allí y ordenó a la seguridad colocarlo fuera del lugar.



Fue un acto cobarde y vulgar, propio de quien se considera dueño y señor al estilo de la Edad Media. La actitud grosera de Gauster tiene una razón, aunque al responderle al periodista sobre la causa de su decisión alegó que era el dueño y que no lo quería allí, tan simple como eso. Sin embargo, su disgusto con el señor Romero y este diario se debe a que habíamos publicado que un concierto celebrado en su establecimiento concluyó promoviendo y haciendo uso del consumo de la marihuana, una droga prohibida por la ley de la República Dominicana.

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Es obvio que su comportamiento desconsiderado se ha debido a que las autoridades de la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD) ni el Ministerio Público han iniciado una seria investigación sobre lo que habíamos denunciado, pero tampoco sobre la práctica habitual que pudiera estarse dando en un escenario como ese al que acuden con frecuencia nuestros jóvenes.

Es claro que su actitud arrogante de expulsar a un periodista en represalia porque hayamos publicado una información, que no ha podido ser desmentida, obedece a ese grado de impunidad con que se opera en el país. Y no es posible tener un escenario ante nuestros ojos reproduciendo prácticas sancionadas por la ley sin que pase nada. Y mucho menos propietarios actuando como retrógrados. Al menos que sepa el señor Gauster que no hay forma de callarnos.