Sitios que los más pequeños anhelan visitar y que devuelven a los mayores la experiencia inigualable de sentirse niños. Hablamos de los cinco parques temáticos que Disney tiene repartidos por el mundo (dos en Estados Unidos, uno en Europa y otros dos en Asia), esas microciudades en las que Mickey Mouse y sus amigos son los reyes indiscutibles.
Pero la magia que nos vende Disney tiene un precio. Si sus parques son lugares en los que la felicidad y otros sentimientos se cuentan por toneladas, no es gracias a la improvisación. Todo está calculado, hasta el más mínimo detalle, razón por la que trabajar en estos paraísos para niños y no tan niños implique acatar una serie de normas que, en algunos casos, son bastante peculiares.
Autógrafos eternos
Los empleados que se disfrazan de los personajes de Disney ensayan hasta la saciedad un aspecto realmente importante: los autógrafos. La firma de Mickey Mouse es siempre la misma. Y la de Minnie, y la de Pluto… en cualquiera de sus parques temáticos, los personajes de Disney firman exactamente de la misma forma. Eso es cuidar los detalles, sí señor.
Tienes que dar la talla
Literalmente. Si tu sueño es trabajar en uno de los cinco parques temáticos de Disney, y quieres hacerlo disfrazándote de alguno de sus dibujos animados, tendrás que haber nacido para ello: o tienes la altura exacta que buscan para cada personaje, o no lo lograrás. ¿Quieres ser Alicia en el País de las Maravillas? Solo es posible si mides exactamente 5 pies y 1 pulgada.
Silencio social
Algo que jamás descubrirá un fanático del universo Disney es la identidad de las personas que encarnan a Mickey Mouse y compañía. Cualquiera de nosotros, si trabajase interpretando el papel de Pluto, lo contaría sin dudarlo en todas y cada una de las redes sociales habidas y por haber. Sin embargo, estaría infringiendo otra de las normas de la casa: los actores no pueden hacer comentarios sobre su trabajo en las redes sociales ni contar qué andan haciendo.
Ni un pelo de tontos
Sí, Walt Disney llevaba un cuidado mostacho. Sin embargo, los empleados de los parques temáticos tuvieron prohibido hasta hace bien poco lucir vello facial. Nada de barba ni bigote hasta que, hace tan solo dos años, la compañía decidió poner fin a la prohibición.
Goofy, barrendero
Sí has ido a alguno de los parques, lo habrás visto con tus propios ojos; si no lo has hecho, te lo habrán contado: Disney y basura no caben en la misma frase. Al menos, en sus parques, encontrar residuos en el suelo es misión imposible. La razón es que cualquier trabajador del recinto, además de los empleados que se dedican a limpiar constantemente, está obligado a recoger todo aquello que encuentre en su camino. Incluso los actores que se disfrazan de los personajes, o sea que puedes encontrarte al mismísimo Mickey recogiendo un vaso de refresco.
¿Tatuajes?
Si hasta el año 2012 la compañía no permitía a sus empleados llevar barba ni bigote, imagina lo que opinan en Disney de los tatuajes, los ‘piercings’, los dilatadores y otros accesorios de moda. Totalmente prohibidos (si están a la vista, claro). Los que lleves en partes escondidas del cuerpo son cosa tuya. Y cuidado: si vas a visitar alguno de los parques y llevas un tatuaje “que pueda considerarse inadmisible, demasiado gráfico o con un lenguaje obsceno” puede que no te dejen entrar.
Se busca censor de pechos
Uno de los empleos más originales que han existido dentro de los parques Disney respondía a una necesidad más peculiar aún: censurar pechos en las típicas fotografías de un descenso en la montaña rusa. En el parque de Florida, una atracción llamada Splash Mountain se convirtió en un extraño lugar en el que algunas chicas decidían enseñar sus pechos en el momento de la fotografía. Y ya sabes como funciona esto: luego se muestra la imagen en una pantalla que puede ver una cantidad considerable de gente, sobre todo muchos niños con sus familias.
Para acabar con esto, la compañía creó un nuevo puesto de trabajo: revisar las fotos realizadas antes de que apareciesen en pantalla, con el fin de evitar que se mostrasen pechos.
Nada de señalar
Si hemos dicho que los parques temáticos ideados por el bueno de Walt Disney son un lugar en el que la magia se hace realidad, lo último que se pretende es que alguien se sienta ofendido. Así que, como eso de señalar está mal visto en general y, en algunas culturas, llega a ser una grave ofensa, a los empleados más les vale dejar los dedos en su sitio.
Respetar a tus compañeros felinos
El turno de noche en Disneyland, el parque temático de California, lo realizan unos peculiares empleados de la compañía: gatos salvajes de la zona a los que se les facilita alimento y se les permite que campen a sus anchas por el parque. El motivo es doloroso y cruel, especialmente tratándose de un lugar en el que la estrella es Mickey Mouse: los gatos están ahí porque se encargan de eliminar… ¡A los ratones!
Fuente: Cooking Ideas