Las autoridades chinas han previsto fuertes medidas de seguridad para el juicio de un profesor universitario uigur acusado de separatismo que se inicia este miércoles en la provincia de Xinjiang.
Numerosos policías antidisturbios han sido desplegados en torno al tribunal de Urumqi, la capital de Xinjiang, inmensa región en parte desértica del oeste de China habitada principalmente por uigures, que son musulmanes turcófonos.
Una de decena de diplomáticos extranjeros se han desplazado hasta la ciudad pero se les ha prohibido la entrada a la sala donde tiene que comparecer este profesor, constató un periodista de la AFP, al que también se le ha prohibido la entrada junto con el resto de la prensa internacional.
“Ilham Tohti ejercía sus actividades en el respeto de la ley china y pensamos que debe ser liberado”, declaró Raphael Droszewski, primer secretario de la delegación de la Unión Europea en China.
La UE, al igual que Estados Unidos, ha solicitado en vano la liberación del profesor Tohti, una voz moderada conocido por denunciar desde Pekín la represión a los uigures.
Aunque es probable que escape a la pena capital, lo que es prácticamente seguro es que será condenado a una pena que puede oscilar entre los diez años de cárcel y la cadena perpetua, pues los tribunales en China, controlados por el Partido Comunista, suelen confirmar las acusaciones políticas.
Este economista fue detenido a mediados de enero en Pekín y desde entonces está en un lugar secreto.
Según sus allegados, durante su detención fue sometido a malos tratos, encadenado y privado de alimentos.
Profesor de la Universidad Central de Nacionalidades de Pekín, Tohti ha recibido el apoyo de muchos intelectuales y de militantes reformistas.
Fundó Uighurbiz.net, un portal de información sobre Xinjiang en chino y en uigur, y que ha sido bloqueado en China desde los disturbios étnicos que sacudieron en 2009 Urumqi, en los que murieron cerca de 200 personas.
A Tohti, que estuvo constantemente vigilado antes de su detención, las autoridades le prohibieron abandonar el territorio.
AFP
