La Paz es un concepto tan amplio como la vida misma, y de hecho, juega un rol tan importante en el destino del Mundo y de cada una de sus Naciones que demarca el desarrollo del espíritu social en las mentes de los hombres, de sus relaciones, económicas, políticas, humanas, familiares, culturales, religiosas, ancestrales y futuras. Con el único fin de encontrar en ella, la redención que se anhela, contrariamente a uno de los juegos más peligrosos que tiene la humanidad: La Guerra, ya sea esta contra el planeta entero o consigo mismo. La Paz suele a veces ser una quimera, para tantos que claman por su obtención, la verdad es que esta muy cerca de algunos, pero lejos de la comprensión de muchos otros.
Precisamente, El 7 de Septiembre de 2001, la Asamblea General de la ONU decidió que, a partir del 2002, el Día Internacional de la Paz será observado cada 21 de septiembre, fecha que se señalará a la atención de todos los pueblos para la celebración y observancia de la paz (resolución 55/282). Declaró que «el Día Internacional de la Paz se observará en adelante como un día de cesación del fuego y de no violencia a nivel mundial, a fin de que todas las naciones y pueblos se sientan motivados para cumplir una cesación de hostilidades durante todo ese Día». También invitó a todos los Estados Miembros, a las organizaciones del sistema de las Naciones Unidas, a las organizaciones regionales y no gubernamentales a conmemorar de manera adecuada el Día Internacional de la Paz realizando, entre otras cosas, actividades educativas y de sensibilización de la opinión pública, y a colaborar con las Naciones Unidas en el establecimiento de una cesación del fuego a nivel mundial.
El día internacional de la paz encuentra razón de ser en la búsqueda de concientizar a los pueblos de que el desarrollo y el progreso solo se adquieren a través de la convivencia pacífica. Es además el fortalecimiento de los valores de solidaridad y hermandad que la humanidad pareció olvidar en el siglo pasado y que hoy continúan en suspenso. Paz es un estado de tranquilidad y sosiego no turbado; para los estados, Paz es no estar en guerras con ningún otro. Pero ¿es suficiente la ausencia de conflicto bélico para definir el concepto de paz? Este es un concepto romano, mientras que la paz auténtica a la que hay que atender se opone no solo a la guerra, sino a otras formas de violencia como la discriminación, la opresión, la pobreza forzada, la explotación que impida el desarrollo digno de las personas. La paz así entendida es un fenómeno amplio y complejo y uno de los valores máximos de la existencia; trasunta lo internacional y se halla en cada palmo de la sociedad y en su estructura. Esta es el concepto positivo de paz distinto y mucho más sincero que el negativo (ausencia de conflicto). El día internacional de la paz es el día de la lucha por imponer esta concepción que implica justicia social, realización personal y comprensión.
Simplemente el “hombre deberá fijar un final para la guerra, si no, la guerra fijará un final para el hombre”, como decía Kennedy, ya que incluso “La paz más desventajosa es mejor que la guerra más justa” citando a Erasmo de Rotterdam, porque incluso en la sencillez de nuestros actos se inician los caminos de la paz, rescatando una frase de la extensa sabiduría de la Madre Teresa: “La paz comienza con una sonrisa”. Por ello me atrevo a enunciar el poema de un autor anónimo desafiante de los senderos de Paz ciegos en los laberintos de la mente humana. Si alguien busca la paz yo le digo: La paz no está en la noche ni en el sueño. La paz no está en los lagos solitarios, ni en los tupidos bosques, donde los vientos guardan sus secretos. No está tampoco (aunque haya quien lo diga) entre las tumbas. La paz no está en los muertos. Ni en las montañas coronadas de nieve, ni en los profundos mares. Ni entre la multitud ni en el desierto. Por la simple razón de que la paz no existe: hay que crearla dentro.
Por Daniel Merchán M.
Twitter: @Daniel_Merchan