Por Héctor Gómez
A propósito de cumplirse en el día de hoy 58 años del debut de Don Osvaldo Virgil, primer dominicano en jugar en las Grandes Ligas, un 23 de septiembre de 1956, nos motivamos a publicar íntegramente la entrevista que le realizamos nuestra gloria deportiva, en fecha 23 de julio del año en curso.
Ojalá que la Liga Dominicana de Béisbol Profesional (LIDOM) y los seis equipos que la conforman, se motiven y honren en vida a Don Osvaldo Virgil, ya sea dedicándole un día en la temporada regular o, en su defecto, que cada uno de los seis equipos le retiren su número, en adición al equipo al cual perteneció, los Leones del Escogido.
«Oh América infeliz, que sólo reconoces a tus grandes hombres, cuando ya son tus grandes muertos»…Esta frase cae como anillo al dedo a nuestras autoridades deportivas.
Es muy penoso y lamentable que esta fecha pase sin pena ni gloria en este «país».
Es penoso ver a una gloria deportiva como Osvaldo Virgil pedir públicamente que se le haga un homenaje.
Debo destacar que dominicanos de la diáspora, como el Sr. David Vargas, quien es policía en USA, ha mostrado mucho interés en reconocer en vida a Virgil, a ta punto de que hoy, a partir de la 1:00 p.m., le hará un homenaje, junto a otros nobles dominicanos, en el Gravity Lounge del 1538 de Webster Avenue, esquina calle 170.
Este noble dominicano nos contactó vía telefónica y nos pidió el número personal de Don Osvaldo Virgil para hacerle el reconocimiento que en su propio país le niegan.
Deja mucho que desear que sean los dominicanos que viven en el exterior los que se preocupen por reconocer a nuestras glorias deportivas y costear todo lo que conlleva un acto de esta naturaleza.
Discúlpenme por el término, pero que maldito país es el que vivimos. No respetamos a nuestras glorias…
Estoy seguro que cuando Don Osvaldo Virgil muera, la LIDOM y sus seis equipos le harán miles de reconocimientos y homenajes…
Qué diablos espera la LIDOM para reconocer en vida a Don Osvaldo Virgil, dedicarle un día de la temporada…
A continuación y sin más preámbulos, la publicación íntegra de la entrevista realizada a nuestra gloria deportiva, Don Osvaldo Virgil:
Yo me conformo con que antes de morir le pongan mi nombre aunque sea a una gallera», estas palabras de antología fueron pronunciadas por Osvaldo Virgil, primer dominicano en debutar en las Grandes Ligas, al ser entrevistado en exclusiva en la edición nocturna de «Deportes en la Z».
En esa misma tesitura, Virgil, con cierto dejo de nostalgia, expresó que «se que no tuve grandes números, pero tuve uno que no puede ser igualado, fue el primero en debutar en las Grandes Ligas, el que le abrió las puertas a más de 600 peloteros dominicanos. Dios me dio la dicha y el privilegio de ser el elegido para ese hecho histórico. No puedo esconder que me da un poco de nostalgia cuando veo como en los Estados Unidos le rinden homenajes y valoran la figura de Jackie Robinson y su legado para los jugadores de color y las minorías en sentido general», expresó entre sollozos Virgil.
Al ser abordado con respecto al hecho de que la Cámara de Diputados aprobó en segunda lectura el proyecto que designa el Estadio Quisqueya con el nombre del inmortal de Cooperstown Juan Marichal, Virgil manifestó que «por fin se hizo justicia, estoy muy feliz por mi compadre, hace tiempo que debieron hacerlo, gracias a Dios hoy esto es una realidad», indicó.
Virgil se desbordó en elogios sobre Juan Marichal. «Mi compadre ha sido el mejor lanzador dominicano en las Grandes Ligas y uno de los mejores de todos los tiempos, verlo lanzar era un espectáculo único, era una maravilla, no tengo palabras para describir la grandeza de mi compadre», dijo un emocionado Virgil.
En esa misma tesitura, Virgil destacó que Juan Marichal es un referente en cualquier país que visita. «Cuando me preguntan que de dónde soy, les respondo: «soy del país de Juan Marichal»; es decir, su nombre es sinónimo de República Dominica», significó, al tiempo de acotar que «da pena y vergüenza ver que en otros países se nos respeta y admira más que en nuestro propio país».
Ante la pregunta de la forma de comportarse de los jugadores de su generación con los peloteros de la actualidad, Virgil manifestó que «los peloteros de mi generación teníamos mucha educación hogareña, eso ha cambiado mucho, lamentablemente; antes había más respeto por las personas mayores, eso se ha perdido», indicó Virgil con dejo de nostalgia.
Al ser abordado en lo relativo a las vicisitudes que tuvieron que pasar los jugadores dominicanos en los años 50’s y 60’s para lograr establecerse en el exigente béisbol de las Grandes Ligas, Virgil dijo que «ustedes no se imaginan todas las humillaciones que tuvimos que pasar, no podíamos comer junto con los blancos, recibimos muchas vejaciones y prejuicios raciales, en adición al hecho de que por nuestra condición de latinos, teníamos que hacer el doble o quizás el triple del trabajo de los blancos para poder establecernos», puntualizó.
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