Uno de los tres norteamericanos presos en Corea del Norte pidió nuevamente el apoyo de su gobierno antes de un proceso que probablemente terminará con una condena a largos años de cárcel y trabajos forzados.
En una entrevista publicada el jueves por el diario japonés favorable a Corea del Norte Chosun Sinbo, Jeffrey Fowle dijo que estaba muy “preocupado” porque temía compartir la suerte de sus compañeros de detención que ya fueron juzgados, Kenneth Bae y Matthew Miller.
Fowle, de 56 años, entró a Corea del Norte en abril y fue detenido después de supuestamente dejar una Biblia en un club nocturno en el puerto de Chongjin (norte).
Aunque la libertad religiosa está incluida en la Constitución norcoreana, en la práctica no existe y la actividad religiosa está severamente restringida a grupos reconocidos oficialmente y vinculados al gobierno.
Las autoridades dijeron que Fowle será juzgado por “perpetrar actos hostiles”, pero todavía no se ha fijado una fecha.
En su entrevista del martes otorgada a este periódico con sede en Tokio, Fowle no dio detalles sobre su presunto delito. “Espero que el gobierno estadounidense haga esfuerzos constructivos para obtener nuestra liberación. (…) Como ciudadano norteamericano, no tengo más alternativa que solicitar la ayuda del gobierno de Estados Unidos”, agregó.
Su pedido tuvo lugar dos semanas después de que Miller fuera condenado a seis años de trabajos forzados por la Corte Suprema norcoreana.
Destaca AFP que en otras oportunidades, Estados Unidos ha condenado lo que considera como casos claros de utilización de los detenidos como rehenes políticos por parte de Corea del Norte para obtener concesiones diplomáticas.