Desde la mañana, Victoria Carvajal, aguantó dolores pélvicos hasta que pudo. Mejor dicho, hasta que le dijo a su marido que llamara al 911. Con ella cogieron desde la calle Los Rieles de los Alcarrizos hasta el Calventi.



«A mi me gustó el servicio, porque mientras íbamos en la ambulancia, ella (la paramédico Emperatriz Cruz) me estuvo hablando; decía: No te duermas».

El 911 la ingresó al Hospital Vinicio Calventi, donde encontraron que tiene una piedra enorme en la vesícula y dispusieron su intervención quirúrgica para días después.



911

Emilio, su marido, valora el 911, porque «es un servicio que cubre a los barrios humildes, a la gente pobre, que muchas veces están desesperados y se mueren los pacientes por falta de un transporte».