Nueva York. Las clases de gimnasio que prometen un trasero espectacular están al alza. Una cirugía que inyecta grasa en las nalgas ha aumentado su popularidad y los calzones con relleno de espuma que dan la apariencia de un trasero más redondo se venden bien.
El negocio de los traseros en Estados Unidos se está inflando. Las compañías están obteniendo ganancias cada vez mayores por el interés de las mujeres en lucir más curvilíneas como sus estrellas favoritas, que presumen sus traseros.
Nicki Minaj rapea sobre su trasero «grande y gordo» en «Anaconda». La estrella de realities Kim Kardashian publica fotografías del suyo en Instagram. Y en el vídeo musical de «Booty», Jennifer López e Iggy Azalea pasan cuatro minutos rozando sus traseros. En algún punto, también se dan nalgadas.
Como resultado del impulso en la cultura pop que está teniendo el trasero, las ventas de Booty Pop, que ofrece calzones de $22 con relleno de espuma en su sitio de internet han aumentado 47% en los últimos seis meses con respecto al mismo periodo el año pasado.
Susan Bloomstone, cofundadora de Booty Pop, dijo que los clientes piden tallas más grandes, así que la empresa comenzó a vender rellenos 25% más grandes. «La gente quiere más trasero», dijo.
Feel Foxy, otra fabricante de ropa interior con relleno, dijo que el 2014 ha sido su mejor año desde que abrieron hace una década. Las ventas han aumentado 40% con respecto al año anterior, pero la empresa se negó a revelar más cifras.
Deborah Santiago se enfundó en unos calzones de $40 de Feel Foxy para su cumpleaños 30. La forma le reducía la cintura y le aumentaba el trasero. Un derrière plano puede arruinar un vestido, dijo la ama de casa, madre de dos hijos residente en Nueva York. López es su ídolo en cuanto a traseros.
«Siempre quise tener un trasero grande», dijo Santiago.
La búsqueda de grandes glúteos no es nueva, tienen años de ser populares entre la comunidad latina y la negra, dijo la doctora Dionne Stephens, profesora asociada de psicología en la Universidad Internacional de Florida.
Pero, recientemente, el deseo de un trasero más grande se ha hecho masivo, en gran parte por la influencia de la cultura pop.
«Cuando la gente ve cosas repetidas en la televisión, más y más veces, se vuelve una cosa normal», dijo Stephens.
El interés en partes del cuerpo más grandes parece haber comenzado cuando Kardashian llegó a los realities con «Keeping up with the Kardashians» hace siete años.
En un episodio de 2011, se hizo unos rayos X para demostrar que no tenía implantes en el trasero. Kardashian suele publicar fotografías de su trasero a sus 21 millones de seguidores en Instagram.
Pero el deseo por las pompis grandes se ha intensificado. Este verano, el vídeo musical de «Anaconda» en el que Minaj sale con una tanga rosa fue visto 19.6 millones de veces a las 24 horas de su lanzamiento —un récord para el sitio de vídeos Vevo. Hasta ahora, suma 300 millones de vistas.
Algunas empresas que se especializan en traseros dicen que la cultura pop tiene un impacto directo en su negocio.
Una cirugía de levantamiento de trasero «tipo brasileño», en el que se retira grasa del estómago, la espalda o las lonjitas del paciente para ponerla en el trasero y la cadera, se ha hecho cada vez más popular en Estados Unidos. Este tipo de intervención, junto con implantes para las nalgas, fueron las operaciones que más aumentaron el año pasado con más de 11,000 realizadas, 58% más que en 2012, de acuerdo con la Sociedad Estadounidense de Cirugía Plástica Estética.
El doctor Matthew Schulman, quien realiza la operación en Nueva York, dijo que este año ha estado más ajetreado que el pasado. Schulman, quien cobra entre $10,000 y $13,000 por la cirugía de tres horas, hace entre seis y ocho operaciones de tipo brasileño a la semana, 25% más que el año pasado. Dice que cuando les pregunta a las pacientes qué tipo de trasero quieren, los nombres que surgen son Kardashian, Minaj y López.
Lo malo es que las mujeres desesperadas por opciones más baratas ponen en riesgo su vida al ir con doctores fraudulentos que les inyectan silicón e incluso sellador para baño en el trasero. Se han reportado muertes en Miami, Nueva York, Las Vegas y Jackson, Mississippi.
El otro problema es que los médicos que realizan las cirugías no tienen suficiente experiencia. Schulman dice que cerca de 20% de sus pacientes van con él para que les arregle hoyos, bolas y traseros desiguales hechos por doctores poco experimentados.
La cirugía no es la única opción.
DailyBurn, que transmite vídeos de ejercicios, dice que las vistas del vídeo «Butt, Hips and Thighs» se duplicaron en enero y se han mantenido populares desde entonces.
En un gimnasio en Boston, hay lista de espera para una clase de $30 que hace 120 sentadillas en 45 minutos. La clase, «Trasero por Brabants», fue iniciada por Kelly Brabants hace un año. Brabants comienza la mayoría de las clases con la canción «Booty» de López.
«Todas las chicas quieren un trasero», dijo Brabants.
Fuente AP