El grupo Estado Islámico comete crímenes contra la humanidad y crímenes de guerra a gran escala en los territorios que controla en Siria, asegura la comisión de investigación de la ONU sobre crímenes en Siria en un informe publicado este viernes.
En su primer informe detallado sobre este movimiento yihadista, la comisión establece una larga lista de crímenes, documentados por unos 300 testimonios de víctimas y testigos, que incluyen matanzas masivas contra grupos étnicos y religiosos, decapitaciones y esclavitud sexual.
«El grupo armado lleva a cabo una política de sanciones discriminatorias tales como tasas o conversiones forzadas, basadas en la identidad étnica o religiosa, destruyendo sitios religiosos y expulsando sistemáticamente a las comunidades minoritarias«, indica el informe, realizado bajo la autoridad de Paulo Sergio Pinheiro.
Los ataques a «gran escala y sistemáticos» contra la población kurda y contra la minoría religiosa yazidí constituyen «crímenes contra la humanidad», indica el documento.
El Estado Islámico ha «decapitado, fusilado, lapidado hombres, mujeres y niños en lugares públicos de ciudades y pueblos de Siria», prosigue este texto de 20 páginas.
Los cuerpos de las víctimas son generalmente expuestos en cruces durante tres días y sus cabezas son colocadas en las rejas de los parques a modo de «advertencia a la población sobre las consecuencias de cualquier rechazo a someterse a la autoridad del grupo armado».
Antiguos prisioneros han atestiguado que los peores tratos en los centros de detención están reservados a los sospechosos de pertenecer a otros grupos armados, a los periodistas y a los colaboradores de la prensa extranjera.
El informe también destaca las violaciones a las mujeres, y el hecho de que familias aterrorizadas casan de forma precipitada a sus hijas para que no sean forzadas a casarse con los combatientes del grupo EI.
La comisión, encargada únicamente a investigar la situación en Siria, no examinó lo que ocurre en los territorios iraquíes controlados por este grupo.
AFP