Cuando Charlotte Urie, de 20 años, comenzó una relación sentimental con Kieran Moloney, estaba muy entusiasmada por la afinidad que había entre ellos.
Era el 2012 y todo marchaba estupendamente. Un mes, él le pidió que se sentara porque tenía algo que decirle.
Todo pasó por su mente en ese momento, menos la confesión que le hizo su novio: nació siendo una niña y su nombre real era Ciara.
“Estaba tan sorprendida. Es tan masculino. Jamás tuve una sospecha. Él estaba bien nervioso y me dijo que entendía si solo quería que permaneciéramos como amigos”, dijo la joven al Daily Mail.
Los jóvenes hablaron por horas, lo que ayudó a Charlotte a comprender cuánto quería a Kieran, y deseaba permanecer junto a él. Actualmente, la pareja lleva dos años junta y planifican casarse pronto.
Para Kieran la aceptación de Charlotte fue muy significativa, pues hasta el momento ninguna de sus novias anteriores lo habían aceptado sino por el contrario se avergonzaban de él.
Desde los cuatro años de edad el joven originario de Nueva Zelanda, que actualmente vive en Londres, se sentía incómodo siendo niña. No le gustaban ni la ropa ni los juguetes femeninos.
Sufrió de acoso en la escuela. A los 14 años perdió la virginidad al tener relaciones con un compañero, pero no se sintió nada bien al respecto.
¿Cómo ocurrió la transformación?
A los 16 años Kieran acudió a un consejero que lo ayudó a definir su identidad transgénica.
“A partir de entonces comencé a tomar hormonas que hicieron mi tono de voz más bajo y me comenzó a salir más vello. Me encantaron los cambios”, afirmó el joven, quien contó con el apoyo de su madre.
Ese fue el primer paso de una transformación que incluyó muchos ejercicios y en el 2009 una doble mastectomía.
“Cuando vi los resultados me sentí eufórico. Finalmente tenía torso de hombre, algo con lo que soñaba”, afirmó.
A Kieran aún le falta la operación que completará su cambio sexo.
Fuente: Contexto.com.ar