Un belga y otro francés -además del que ya fue identificado- figuran al parecer en el vídeo que reivindica la decapitación de un rehén estadounidense y 18 soldados sirios difundido por el grupo yihadista Estado Islámico.

Peter Kassig



El diario belga Het Laatste Nieuws dijo que uno de los 18 hombres que aparecen a cara descubierta decapitando a los soldados sirios podría ser Abdelmajid Gharmaui, un habitante de Vilvorde, suburbio de Bruselas.

El diario publica una foto de ese hombre que se unió a los yihadistas en octubre de 2012 y la compara con una imagen extraída del vídeo.



Sin embargo, el alcalde de Vilvorde, de donde salieron unos 30 de los 300 belgas que viajaron a Siria e Irak, dijo que eran afirmaciones falsas.

«No podemos confirmar ni desmentir. Se están haciendo análisis» de las imágenes, indicó por su lado un portavoz del ministerio belga del Interior.

En París, el ministro francés del Interior, Bernard Cazeneuve, no descartó el lunes la presencia de un segundo francés en el grupo de los 18 verdugos.

La justicia francesa ya identificó a un francés, Maxime Hauchard, un joven normando de 22 años, convertido al islam que viajó a Siria en agosto de 2013.

Varios países europeos y asiáticos seguían investigando la eventual presencia de sus ciudadanos en la decapitación.

Todavía no se identificó formalmente a ningún otro extranjero entre los 17 combatientes que figuran en el vídeo, pero varios de ellos tienen aspecto europeo o asiático.

«El hecho de que las caras de los ejecutadores sean reconocibles muestra claramente que son de nacionalidades diferentes, lo que es una manera de ilustrar la composición internacional del grupo», dijo Aymenn al Tamimi, del Foro Oriente Medio y experto sobre grupos yihadistas.

En el vídeo también figura, al parecer, el británico «Jihadi John», apodado así por los medios británicos, que sería el hombre que aparece con la cara tapada detrás de la cabeza decapitada del rehén estadounidense Peter Kassig.

«Jihadi John», que habla con acento de un suburbio de Londres, es considerado como el asesino de James Foley y Steven Sotloff, los dos periodistas estadounidenses decapitados desde mediados de agosto, junto a los trabajadores humanitarios británicos Alan Henning y David Haines.

Por otra parte, en Estados Unidos, tras la decapitación de Kassig, el Pentágono hizo saber que el presidente Barack Obama había ordenado la semana pasada revisar los procedimientos aplicados en casos de toma de rehenes.

«El presidente solicitó recientemente un examen completo de la política del gobierno estadounidense sobre los casos de toma de rehenes en el extranjero relacionados con el terrorismo», explicó la secretaria asistente de Defensa, Christine Wormuth en una carta publicada en el sitio The Daily Beast.

La carta data del martes pasado y fue difundida al día siguiente de la puesta en internet del video de la ejecución de Peter Kassig.

La decapitación de Kassig tuvo lugar días despues de que Obama anunciara una «nueva etapa» en Irak con el envío de 1.500 consejeros militares suplementarios, por lo cual el contingente en ese país árabe será de 3.100.

Estados Unidos descarta el envío de tropas a Irak, limitándose a apoyar a las tropas iraquíes con bombardeos y el envío de consejeros para reorganizar al ejército iraquí.

Según un alto jerarca militar, tras la reconquista de la ciudad de Biji, norte del país, la semana pasada, el ejército comenzó a preparar una ofensiva contra la ciudad de Tikrit, al norte de Bagdad.

Por otra parte en Siria, los combatientes kurdos lograron avanzar en Kobane, expulsando a los yihadistas del Estado Islámico de varios edificios del centro de la ciudad, indicó el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).

El avance se produjo horas después de cuatro bombardeos aéreos de la aviación de Estdos Unidos y sus aliados, indicó la fuente.