Los países de América Latina registran un alto incumplimiento del salario mínimo a sus trabajadores, especialmente en las zonas rurales, tanto por factores económicos como por la debilidad de las fiscalizaciones, según la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

El salario mínimo que fija cada país para los empleados contratados es, en muchos casos, insuficiente para cubrir las necesidades básicas de las familias, según un estudio de la OIT en conjunto con la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), difundido este martes.



Vivir en el campo y trabajar en la agricultura agrava más aún la situación de los asalariados, donde el incumplimiento a la hora de pagar el salario mínimo es más alto.

En Chile y Uruguay, por ejemplo, el incumplimiento en el sector rural duplica al incumplimiento en el sector urbano, mientras que en Costa Rica es 66% superior y en Perú 77% superior, señala el estudio.



El pago del salario mínimo depende del funcionamiento de las instituciones que deben fiscalizarlo. Según el estudio, las inspecciones son un «asunto prioritario», pero se constata una falta de inspectores.

En el estudio centrado en Chile, Uruguay, Costa Rica y Perú, el análisis demuestra que los fuertes aumentos reales del salario mínimo en períodos de desaceleración económica pueden ser difíciles de absorber por las empresas, y generar un aumento en el incumplimiento.

En cambio, «la aplicación de aumentos ambiciosos en contextos de crecimiento económico vigoroso y de caída en el desempleo puede conducir a mejoras reales del salario mínimo que sean sostenibles en el tiempo y sin ocasionar impactos negativos».

AFP