Masha es la protagonista de esta historia. Es una perrita que prácticamente ya es parte del hospital, pues los enfermeros contaron que tiene su cama y todos los días. Espera desde hace más de dos años a su dueño.
El ingresó a la guardia acompañado por su inseparable perra, al poco tiempo falleció y desde ese momento ella no deja de buscarlo y esperarlo.
También dijeron que una intentó adoptarla en una oportunidad, se la llevaron a su pero a la madrugada, el animal ya estaba nuevamente en la sala.
Conmueve a todos su mirada triste, y la esperanza que nunca perdió, por eso tanto los médicos, los enfermeros y hasta los mismos pacientes están pendientes de ella.