SANTO DOMINGO, República Dominicana.-El 26 de noviembre del 2012 la embajadora de la República Dominicana en Venezuela, Adonaida Medina Rodríguez, recibió una carta con una solicitud para que las autoridades dominicanas investigaran a dos venezolanos que habían invertido dinero en el Banco Peravia.
Se trata de Gabriel Jiménez Aray y José Luis Santoro, los mismos que huyeron del territorio dominicano, dejando atrás el quebrado Banco Peravia, que ahora constituye un problema para las autoridades de la Superintendencia de Bancos y para los clientes de esa entidad financiera.
Santoro abandonó el país con destino a Panamá en el vuelo l07 de la aerolínea Copa Airlines, el 29 de octubre; mientras que Jiménez Aray, partió con destino a Atlanta, Estados Unidos, en el vuelo 324 de la aerolínea Delta Airlines, el 20 de noviembre.
Los ejecutivos del clausurado Banco Peravia que huyeron del territorio dominicano, Gabriel Jiménez Aray y José Luis Santoro, desde hace varios años estaban en la mira de diversos sectores en su natal Venezuela.
La carta que recibió en noviembre de 2012 la embajadora Adonaida Medina estaba firmada por Carlos Herrera, un periodista venezolano que investigaba la trayectoria de Gabriel Jiménez y José Luis Santoro, y que advertía que ambos inversionistas podrían querer utilizar a la República Dominicana como territorio para la evasión fiscal y el blanqueo de capitales.
Acento.com.do obtuvo la información hace más de un año, y estuvo tratando obtener una entrevista con Gabriel Jiménez y José Luis Santoro, pero no fue posible que en las oficinas de ambos respondieran las solicitudes.
Carlos Herrera, editor del diario Primicias24.com, de Venezuela, fue el periodista que remitió la carta a la embajadora dominicana con asiento en Caracas, en la que reclamaba que las autoridades de la República Dominicana investigaran lo que estaba ocurriendo con las inversiones realizadas por los empresarios José Luis Santoro Castellanos y Gabriel Jiménez, entonces los principales ejecutivos del Banco Peravia.
Tras recibir la información de fuentes del sector financiero en enero de 2013, Acento.com.do envió cartas, trató de comunicarse por teléfono, y a través de mensajes de Twitter, además de conversaron con los ejecutivos de Relaciones Públicas del Banco Peravia, así como con las asistentes de los señores Santoro y Jiménez, para tratar de obtener sus puntos de vista sobre las serias acusaciones que se les hacían en Venezuela, pero no se pudo obtener la entrevista.
En la carta a la Embajada Dominicana, el periodista Herrera dice que hasta su medio de comunicación había llegado la información de que “personas inescrupulosas, de nacionalidad venezolana, estarían utilizando el Sistema Financiero de República Dominicana para el lavado de dinero, producto del delito o la corrupción, proveniente de funcionarios venezolanos a través de testaferros”.
El mensaje a la embajada dominicana llenó todos los requisitos de ley y fue escrito con la asistencia del abogado Pedro Francisco Aranguren Gualdrón, de acuerdo con el relato que presentó a la delegación dominicana en Caracas.
Dice que el diario tiene información “sobre los mecanismos utilizados por Gabriel Jiménez para hacerse banquero, así como los métodos financieros que ejecuta en el Banco Peravia para aumentar su capital y enriquecerse personalmente. Las comunicaciones sugieren que las arcas de la entidad financiera pudieran aumentar considerablemente los depósitos de corruptos, para convertirse así en un gran centro de lavado de dinero”.
En ese momento (enero 2013) Acento.com.do también trató de obtener información en el Ministerio de Relaciones Exteriores de la República Dominicana, para confirmar que se había hecho el acuse de recibo de la carta del periodista venezolano y obtener información sobre el curso que se había dado a la solicitud de investigación. Este medio no recibió ninguna información del MIREX.
Debido a que la ley sobre el sector financiero dominicano prohíbe divulgar informaciones no oficiales que puedan afectar las entidades bancarias, Acento.com.do decidió no publicar la información hasta poder confirmarla, lo que entonces no fue posible debido a la falta de respuesta de las autoridades estatales y de los ejecutivos de Banco Peravia.
Carlos Herrera dice en la carta que el señor Jiménez tiene serios cuestionamientos sobre triangulaciones con dinero del Banco Canarias, para convertir bolívares en divisas y fugarlos de Venezuela.
“Es así, como un abogado de clase media como Gabriel Jiménez, da un salto del Ministerio de Finanzas para convertirse en banquero Internacional”, según la comunicación.
Jiménez y José Luis Santoro se vincularon en una querella frente a la familia Sindoni, en donde aparentemente eran adversarios, pero terminaron siendo aliados. “Lejos de salir como adversarios, Jiménez y Santoro resultaron socios y el abogado dejó de defender a la familia Sindoni y los trabajadores de la planta televisiva, quienes introdujeron innumerables recursos legales en los tribunales del Estado Aragua en contra de Santoro debido a retrasos en pagos, prestaciones sociales e intimidación”.
Explica que tiempo después de que la vinculación de Santoro y Televisora Sindoni mermara, el empresario inauguró, junto a Gabriel Jiménez, el Grupo Murviel (empresario aseguradora) y el Banco Peravia en la República Dominicana.
De acuerdo con la carta de Carlos Herrera a la embajadora Adonaida Medina, Gabriel Jiménez ha visitado varias veces Venezuela y suele jactarse “de que en el país caribeño tiene compradas las autoridades del ámbito financiero, por lo que hace lo que le da la gana”.
La comunicación se explaya en los mecanismos que supuestamente habrían utilizado Santoro y Jiménez, vía el Banco Peravia, y añade que ese banco fue comprado barato y que su capital ha sido aumentado con depósitos irregulares. Dice que ha solicitado a un organismo de Venezuela evaluar el caso, en especial lo relacionado con el lavado de activos.
Solicita a las autoridades dominicanas investigar lo que ha ocurrido con el Banco Peravia y si fue creado con intenciones de burlar la ley. Se pregunta las razones por las que José Luis Santoro y Gabriel Jiménez no compraron un banco en Venezuela y sí lo compraron en la República Dominicana. “Pensaron seguramente, que allá, en República Dominicana, podrían esconder el origen de los fondos que utilizaron para comprar el Banco Peravia”, dice el autor de la carta y editor del diario Primicias24.com.
Es por esa razón que Herrea solicitó a la embajadora Adonaida Medina que las autoridades dominicanas “procedan a investigar el origen de los fondos que manejan los ciudadanos José Luis Santoro y Gabriel Jiménez en la República Dominicana, especialmente a través del Banco Peravia, porque podría darse el caso de que estos ciudadanos estén utilizando, indirectamente, el territorio de su digno país, República Dominicana, para el lavado de dinero y pervirtiéndolo en un paraíso fiscal, de hecho”.
Una comunicación parecida a la enviada a la embajadora dominicana en Caracas fue remitida a Néstor Reverol, presidente de la Oficina Nacional Antidrogas, de Venezuela, y la copia recibida está fechada en 12 de diciembre del 2012.