Por Jimmy Rosario
Sé que en algún momento alguna persona que haya utilizado o trabajado con algún computador o equipo tecnológico, habrá notado uno o dos cilindros recubiertos de plástico que sobresalen en los extremos de ciertos cables que conectan el computador, DVD o consolas con otros dispositivos periféricos.
Y si por curiosidad decidimos abrir uno de esos cilindros, podremos notar que dentro aloja un tubito alargado de color negro, que se ha deslizado directamente en el cable y en algunos casos presentando una o más vueltas del mismo. Ese tubito negro constituye un “núcleo de ferrita” compuesto por una aleación de óxido de hierro (FeO) y otros metales, que le proporcionan propiedades semimagnéticas.
La ferrita posee una gran cantidad de husos en circuitos eléctricos como filtro, para ofrecer resistencia al paso de las corrientes alternas de alta frecuencia que producen interferencias en otros equipos electrónicos, principalmente radiorreceptores y televisores. Estos constituyen uno de los elementos pasivos más eficaces, sencillos y baratos de producir. Sin su empleo en los cables de uso informático la propagación de las interferencias afectaría, incluso, el funcionamiento de los propios equipos, introduciendo indeseables errores en el procesamiento de datos.
De igual manera sin estos se malgastaría energía eléctrica en forma de radiación, que reduciría la energía suministrada y haría que por ejemplo las baterías tarden más tiempo en cargarse de lo que deberían.
Por tanto, si junto a una PC, Dvd, Consola de Juegos o a algunos de sus dispositivos periféricos en pleno funcionamiento notamos una de estas protuberancias ya sabemos que se trata de un filtro que su principal función es de eliminar el flujo de frecuencias específicas que hagan que la eficiencia del cable sea la máxima posible.