Santo Domingo, República Dominicana. El tema de moda volvió a ser la corrupción, cada cierto tiempo las autoridades quieren hacer creer que ciertamente existe una batalla contra quienes roban del Estado los recursos que como borregos pagamos de impuestos.
Esa táctica de poner el tema de la corrupción sobre la mesa se hace con la intención de que el pueblo siga en su letargo de antaño, sin reclamar una lucha verdadera y frontal contra este flagelo.
Por más bulto que haga el procurador, Francisco Domínguez Brito, es imposible combatir la corrupción con un sistema corrompido hasta el tuétano, quedando evidenciado que el control de la justicia está en manos directas del partido que ocupa la administración actual del Gobierno. Mirando la lista de los jueces y su pasado reciente, usted se dará cuenta que todos fueron o son miembros del Partido de la Liberación Dominicana.
Se habla de la corrupción en el sector público, pero el sector privado no se encuentra divorciado de este mal, grandes representantes del empresariado dominicano actúan en complicidad del Estado que vive favoreciendo la evasión de impuestos y la competencia desleal que afecta a los pequeños productores.
Son esos mismos empresarios los propietarios de los medios masivos de comunicación y al igual que la justicia dominicana viven técnicamente luchando contra la corrupción pero en el fondo no les conviene que el sistema cambie, ni que llegue al poder alguien que no responda a sus intereses directos e indirectos.
Por eso no creo ni nunca voy a creer en esta farsa que lleva por nombre lucha contra la corrupción.