Por: Blanca Valeyron Barrera.
Las Terrenas, Samaná. La situación de que en cada cambio de gobierno, unos cuantos funcionarios abusen de este pueblo llenándose los bolsillos del erario público y sigan como si nada, pues la justicia de aquí se fue de paseo al infinito y parece ser que carecemos de ella. Es lamentable, pues son muy pocos los funcionarios públicos que no se enriquecen ilícitamente con los dinero del pueblo.
Lamentablemente la élite política de nuestro país defiende siempre los intereses de los funcionarios corruptos, porque ellos mismo son parte del sistema, ellos mismo los propios corruptos son los que establecen si es delito o no y lo más penoso que parte de esta sociedad ha aceptado la situación.
Definitivamente hemos quebrantado un estado de bienestar, solo porque unos cuantos corruptos lo han considerado así, y han diseñado en sus mentes que lo que tenían era poco…. y lo poco que creímos que era de todos: como la educación, la sanidad, el derecho a vivienda, el trabajo, ya no le es hace tiempo.
Pues resulta que ya no son derechos sociales, muy al contrario, son vías de enriquecimiento de la minoría, de ellos los políticos corruptos.
Mas lo peor también, es que se han dado a la tarea de privatizar los servicios públicos del pueblo, para que tampoco tengamos el derecho de reclamar al Estado, así sucesivamente.
Este país tórrido y pateado, como dice nuestro poeta Pedro Mir ha perdido su esencia y hasta su capacidad de gestionar conciencia para que las cosas cambien o vayan cambiando. Nos hemos convertidos en un país de cementerio vivo.
Mas pienso que tal como vamos, no será por mucho tiempo, pues de ser así el barco se hundirá. Si continúa este acaparamiento de recursos económicos en manos de unos poco, un día cualquiera, no habrá forma de hacer las cosas o sencillamente, no habrá nada.
Pues debemos entender que solo se vive una vez y merece la pena, si no hay calidad de vida, dedicarse a luchar por un modelo más justo e igualitario, en el que la mayoría, no permanezca tan desamparado. Pues hoy por hoy los ricos, cada vez son más ricos y los pobres, más pobres…
Todo esto nos debería atemorizar a ambas partes.