La Iglesia anglicana de Inglaterra abrió un nuevo capítulo de sus casi 500 años de historia al nombrar a su primera obispa, Libby Lane, que estará al frente de la diócesis de Stockport.

Libby Lane



«Es una alegría inesperada estar aquí. Es un día notable para mí y un día histórico para la Iglesia», dijo Lane, de 48 años, en el ayuntamiento de Stockport, en el centro de Inglaterra, donde se anunció el nombramiento.

«Soy muy consciente de todos los que antes, hombres y mujeres, buscaron durante décadas este momento. Pero por encima de todo, le estoy agradecida a Dios», añadió.



«Este momento es significativo, pero no es sólo un gesto. Soy la primera, pero no seré la última».

El arzobispo de York, John Sentamu, dijo que presidirá la ceremonia oficial de ordenación en la catedral de York, el templo gótico más grande del norte de Europa, el 26 de enero.

Sentamu dijo que Lane llega al obispado con «una experiencia muy rica».

Antes de pronunciar sus primeras palabras como obispa, Lane pidió un momento de silencio por las 141 víctimas del ataque de los talibanes a una escuela de Pakistán.

Lane, cuyo nombre completo es Elizabeth Jane Holden Lane, estudió en la Universidad de Oxford y fue ordenada sacerdote en 1994, una de las primeras mujeres en serlo.

Toca el saxofón, es hincha del Manchester United y está casada con otro reverendo, con el que tiene dos hijos.

«Mi familia está muy orgullosa. Mi marido y yo fuimos ordenados juntos hace 20 años y, desde nuestros ministerios, nos hemos apoyado y animado», explicó.

Su nombramiento se produce un mes después de que el sínodo cambiara las reglas para permitir la elección, y el parlamento británico ratificara el cambio.

La enmienda que abrió la puerta al nombramiento fue bautizada como «Canon 33» y establece que «un hombre o una mujer pueden consagrarse a la función de obispo».

La aprobación de esta reforma por el sínodo inglés no obliga a las otras iglesias anglicanas a ordenar mujeres como obispos, aunque algunas ya se habían adelantado a la Iglesia madre, la de Inglaterra.

La Iglesia de Inglaterra nació en 1534 de una escisión de la católica cuando el Vaticano le negó el divorcio al rey Enrique VIII y es la madre de la comunidad anglicana, que cuenta con 80 millones de fieles en 165 países.

Su líder supremo es desde entonces el monarca, en este caso Isabel II, que aprobó el nombramiento de Lane.

Un 40% de los ingleses se declara fiel de la Iglesia de Inglaterra.

En Inglaterra las mujeres pueden ser sacerdotes desde 1992, pero Gales, Estados Unidos, Australia, Canadá y Swazilandia se le adelantaron en la ordenación de obispas.

El primer ministro David Cameron felicitó a Lane.

«Es un nombramiento histórico y un paso adelante de la Iglesia hacia una mayor igualdad en sus posiciones jerárquicas», afirmó en un comunicado.

«Y el gobierno está jugando un papel también al promover esta semana leyes que permitirán a las obispas ocupar escaños en la Cámara de los Lores», la cámara alta del Parlamento, cuyos miembros no son elegidos sino designados, fundamentalmente entre la Iglesia (Lores espirituales) y la aristocracia (Lores temporales).

Veintiséis obispos ocupan escaños en la Cámara de los Lores: los cinco principales jerarcas de la Iglesia de Inglaterra y los 21 obispos que llevan más tiempo en el cargo.