Botar el pan porque está un poco duro no es un desperdicio; es innecesario y poco amable con nuestro planeta (todo el desde el campo de a la panedería, no se hizo para terminar en la papelera de la cocina). Por eso, te damos 10 tips para aprovecharlo
Ahora, comerlo cuando ha comenzado a perder su frescura no es lo más agradable a simple vista, pero para un buen pan blanco, hay más allá de los sándwiches…
1. Pan rallado: Pasa el pan por el procesador de y guarda en una bolsa bien cerrada. Usa para empanizar, mezclado con especias y un poco de harina de maíz.
2. Torta de pan: Este delicioso dulce criollo te permite convertir algo poco atractivo en todo un placer, en especial si viene con leche condensada por encima.
3. Croutones: Pica el pan en trozos del tamaño de dados. Calienta un sartén con un poco de aceite de oliva y saltea allí hasta tostar. Guarda en una bolsa de papel marrón en la nevera.
4. Sopa de cebolla: Este plato clásico francés deja ver su humilde origen al requerir pan duro para su elaboración. Si quieres prepararlo, no te pierdas estos consejos.
5. Quiche ultra rápido: Pica finas láminas de pan duro, y usa como base para una falsa tarta. Para suavizar un poco, puedes batir un huevo con un poco de leche y humedecer los panes con una brocha.
6. Tostadas de canela: Aplica generosamente mantequilla derretida a rebanadas de pan duro y luego espolvorea con una mezcla de azúcar y canela. Voltea y repite por el otro lado. Hornea a temperatura intermedia unos 20 minutos, hasta que se tornen marrón claro. Guarda en un lugar seco, duran varios días y son deliciosas con café o leche.
7. Migajas crocantes: Similares a los croutones, pero más molidas. Trocea muy fino el pan, saltea en mantequilla con un poco de sal. Espolvoera sobre sopas cremosas o agrega a rellenos de pollo o pavo para dar textura.
8. Huevos a la canasta horneados: Corta un trozo de pan más o menos grueso y haz un hueco en su centro, en donde vas a vaciar un huevo entero. Puedes espolvorear especias o queso rallado. Hornea hasta dorar el pan. Sirve de inmediato (el pan estará suave, pero en minutos, estará más duro que antes).
9. Tostadas francesas: Corta rebanadas de pan duro, sumérgelas en la mezcla de huevo, leche y un toque de vainilla, y fríe en mantequilla. Espolvorea canela al terminar, o unta mermelada.
10. Pan dulce en leche: Si el pan es dulce (o de sabor dulzón, como el pan andino), es ideal para servir en un platito hondo o tazón, humedecido con leche (o leche ligeramente achocolatada o saborizada con vainilla) y un poco de azúcar. Esta merienda tan sencilla es tan sabrosa que hasta la estrella de shows de cocina Nigella Lawson la ha publicado (y recomienda servir tibia).
Fuente: Cocina y Vino