Nueva York.- Dominicanos residentes en esta ciudad, quienes pidieron reservas de sus identidades, manifestaron que se proponen enviar dinero extra a sus familiares en la República Dominicana para que compren armas de fuego y puedan defenderse de los haitianos indocumentados en el territorio nacional.

 Los criollos basan sus preocupaciones porque en los últimos meses han aumentado las agresiones contra los criollos y el país por parte de los indocumentados haitianos, irrespetando los símbolos nacionales, secuestrando, robando, atracando, asesinando militares y civiles, desafiando las autoridades y ocupando terrenos en Quisqueya.



 Enumeraron el secuestro del consulado dominicano en Anse a Pitre con todo el personal diplomático y  militar dominicano dentro, el pasado 2 de enero de este 2015, por parte de una turba de haitianos.

 Señalaron que en junio de 2013, decenas de haitianos enfrentaron a tiros a policías ambientalistas, cuando fueron sorprendidos depredando bosques en Pedernales.



 En diciembre 2013 quemaron la bandera dominicana e izaron la haitiana en el Distrito Municipal de Santa Lucía, en El Seibo; asimismo, en abril de 2014 en la comunidad de San Víctor, en Moca, volvieron a quemar la bandera dominicana.

 En enero 2014 haitianos mataron a cuchilladas al sargento de la Fuerza Área Dominicana,  Rauly Taveras Taveras, e hirieron al civil Rafael Vargas Reyes, durante un atraco en Dajabón.

 En abril de 2014 varios haitianos robaron del muelle de Montecristi, frente al destacamento de la Marina, una embarcación de la Armada Dominicana, que para recuperarla fue necesario desplegar los servicios de inteligencia M2 de la Armada, Cesfront, J2 y S2 del Ejército Dominicano, quienes en coordinación con la Policía de Haití lograron recuperar la embarcación y detener los presuntos responsables.

 En junio de 2014, los haitianos Nadeje Joseph y Enod Bouzi, que trabajaban en la tienda del dominicano Elis Osiris Cuevas Novas, le robaron 150 mil pesos y salvó su vida milagrosamente.

 En septiembre 2014, una turba atacó a tiros, pedradas y botellazos una patrulla de la Policía Nacional, médicos del Instituto Nacional de Ciencias Forenses (INACIF) e hirió a los periodistas Yaniris Sánchez y José Cruz, de Telenoticias canal 11, en el barrio 27 de febrero en la capital dominicana, cuando acudieron a levantar el cadáver de Cpedieu Jassonte, muerto por un sargento policial.

 El haitiano fue muerto, según declararon vecinos donde ocurrió el hecho, cuando el sargento le pidió a un grupo de ellos que despejarán la vía que la tenían ocupada practicando juego de azar con dinero, negándose, y algunos de ellos enfrentaron el agente discutiendo acaloradamente y luego trataron de agredirlo físicamente.

 En octubre 2014, el sargento del Ejército Nacional, Mónico Ogando, de puesto en la comunidad fronteriza de Guanito, en Elías Piña, fue muerto a balazo por un haitiano.

 En noviembre 2014, el Cuerpo Especializado de Seguridad Fronteriza Terrestre (Cesfront) reveló que con frecuencia haitianos y traficantes de indocumentados  atacan a tiros a militares que los persiguen mientras lo transportan con destino a Santiago, Mao, Puerto Plata y otras localidades.

 Ese mismo mes, la Federación de Ganaderos de la Región Noroeste-FEDEGANO- (Santiago Rodríguez, Dajabón, Montecristi y Valverde) denunció que cuatreros haitianos tienen diezmada la ganadería de las distintas poblaciones de la Región Noroeste, por los constantes robos de reses.

 En diciembre de 2014, en Dajabón, los conductores dominicanos de patanas Carlos Carrasco y Eduardo Meregildo, de la Federación Nacional de  Transportistas Dominicanos (FENATRADO), fueron atacados a tiros por una turba de haitianos que los interceptó en la población Juana Méndez, cuando  regresaban de llevar mercancías a Puerto Príncipe, Haití. La gobernadora de esa provincia, Ramona Rodríguez Quezada, manifestó que las agresiones contra patanistas y las oficinas del Consulado de la RD en Juana Méndez son premeditadas, informa El Nuevo Diario, en su portal.

 Puntualizaron los dominicanos en la urbe, que sienten “muchas preocupaciones” por sus familiares dejados en el país caribeño porque los haitianos están acabando en el territorio quisqueyano, pero trataran de que no acaben con sus familiares, y que les comprarán cuantas armas sean necesarias para que se defiendan.