La mujer, Demeteriya Nabwire, de ocho meses de gestación, recogía leña al borde de un lago cuando fue atacada por el reptil. Cuando la mujer era buscada, los pobladores encontraron sus zapatos, dedos y un teléfono celular.
Su marido, Mubalak Batambuze, de 56 años, se armó con una lanza y salió a la caza del animal hasta que lo mató. La población le dio la bienvenida y lo ovacionó como un héroe, ya que cree que el cocodrilo devoró a seis personas e hirió a otras cinco.
La autoridad ugandesa para la vida silvestre encontró huesos y ropa dentro de las entrañas del animal.
La diligencia causó molestias entre la población porque reclamaba que cada vez que pedía ayuda por la presencia de un cocodrilo, los funcionarios demandan combustible.