París, Francia. ¿Las relaciones amorosas están sometidas a la ley de la oferta y la demanda? Los hombres, que tienen fama de ser más volubles, parecen más dispuestos al compromiso cuando las mujeres son menos numerosas que ellos, subraya un estudio realizado con tribus amerindias en Guyana.
Cuando las mujeres escasean, «pueden exigir relaciones de fidelidad y compromiso y los hombres responden» porque de lo contrario corren el riesgo de quedar excluidos, explica a la AFP el antropólogo Ryan Schacht, principal autor de un estudio publicado este miércoles por The Royal Society Open Science.
«Esto va en contra de la idea tradicional según la cual, cuando las mujeres faltan, los hombres tienden a batirse (por ellas)» y a multiplicar los encuentros sexuales a corto plazo, subraya.
«La sabiduría popular y las ciencias de la evolución afirman que en amor, hombres y mujeres buscan fundamentalmente relaciones de tipos diferentes», señala Schacht.
Los hombres, se supone, quieren relaciones a corto plazo, mientras que las mujeres optan por las largas y con parejas fieles. ¿La razón tradicionalmente evocada? Las diferencias biológicas entre hombres y mujeres.
Las mujeres invierten mucho más en la reproducción que los hombres porque tener hijos tiene más consecuencias para ellas, y elegir mal a un compañero puede costarles caro. «Para el hombre, la reproducción puede traducirse en una simple relación sexual, sin costo a largo plazo», continúa el investigador.
Pero esta visión es demasiado «estereotipada» y no puede limitarse a apoyarse solamente en las diferencias biológicas para comprender los comportamientos sexuales, revela el antropólogo.
El investigador busca probar la influencia de la «sexo ratio», o relación de masculinidad, es decir, la cantidad de hombres respecto a la de mujeres en un grupo dado.
Junto a su esposa, trabajó en 2010 y 2011 con ocho comunidades rurales de indios de la etnia Makushi, que habitan al sur de Guyana, pequeño Estado de América del Sur. Las mismas presentan «sexo ratio» diferentes a causa del éxodo rural.
– El factor cultural también juega –
En una sola de estas comunidades, las mujeres son más numerosas que los hombres (ratio de 0,93). En las otras siete, la relación supera 1,11 para llegar hasta 1,43.
Tras un largo periodo de aproximación a los indios, Schacht y su mujer interrogaron a 300 makushi sobre su comportamiento sexual. En particular les preguntaron cuántas parejas sexuales tuvieron el año pasado y cuántas querían para el próximo.
«Cuando las mujeres son más numerosas que los hombres, estos últimos parecen particularmente inclinados a aspirar a más relaciones sexuales sin compromiso», anota el estudio.
«A la inversa, los hombres parecen menos dispuestos a lanzarse a tener relaciones sin compromiso cuando son más numerosos», prosigue.
Las mujeres por su parte no cambian de actitud en función de esta ratio.
Los comportamientos amorosos también parecen estar influenciados por las leyes del mercado.
«Si usted razona en términos de oferta y demanda, el sexo más escaso tiene un poder de negociación mayor», subraya.
Sin embargo, hay que tomar en cuenta también los factores culturales, matiza el investigador. Si los individuos pertenecen a una sociedad patriarcal controlada por hombres, la falta de mujeres tiene todas las chances de aumentar el dominio masculino sobre ellas, estima.
Entre los makushi, las mujeres trabajan y las relaciones entre los sexos son relativamente igualitarias, revela.
«En general, en las zonas donde las mujeres tiene libertad para elegir a sus compañeros, un déficit de hombres aumenta su poder de negociación en el mercado del amor y los hombres deben responder a sus demandas si no quieren ser ignorados o reemplazados por otros que sí están dispuestos al compromiso», subraya el investigador.