Vecinos de la localidad Pablo Podestá, en Buenos Aires, denunciaron a una familia que tenía una serpiente pitón como mascota, que luego fue trasladada a un serpentario.
Una foto de la serpiente de más de tres metros junto a un bebé que se difundió por las redes sociales desató la polémica entre los vecinos del lugar.
La Municipalidad de Tres de Febrero, junto con la Dirección de Antropozoonosis, realizó el allanamiento al domicilio particular denunciado del barrio privado Altos de Podestá. Allí, constataron la presencia de la serpiente, una pitón reticulada albina de más de tres metros que tenían como mascota, publicó La Nación.
En tanto, uno de los integrantes de la familia dijo a Noticias 3 de Febrero que compraron el animal, originario del Sudeste Asiático, hace un año y que se alimentaba de «tres conejos vivos» cada 15 días.
«El animal fue trasladado por seguridad. La familia no opuso resistencia», dijo el doctor Eduardo Rainés de la Dirección de Antropozoonosis de Tres de Febrero.
Sobre los riesgos de tener una serpiente en el hogar, explicó que «no es una mascota. Conservan su salvajismo, muerden y envuelven a la presa hasta cortarle la respiración cuando sienten peligro».
Por la denuncia intervino el Juzgado de Garantías N°5 a cargo de Nicolás Schiavo. De su rescate participaron funcionarios judiciales, policías del Comando de Prevención Comunitaria (CPC) y profesionales de Antropozoonosis.