Un estudio refleja que las personas más optimistas tienen mejor salud cardiovascular. La investigación evaluó indicadores como la presión arterial, y los niveles de glucemia y colesterol, y los compara con un test de salud mental y niveles de optimismo, así como con la salud física general de los participantes.
“Las personas con niveles más altos de optimismo tienen el doble de probabilidades de tener una salud cardiovascular ideal en comparación con sus contrapartes más pesimistas”, señala la autora principal del estudio, Rosalba Hernández. “Esta relación sigue siendo significativa incluso después de ajustar por características socio-demográficas y problemas de salud mental”.
Los participantes completaron encuestas para evaluar su salud mental, sus niveles de optimismo, y su salud física, en base a los diagnósticos médicos existentes sobre artritis, enfermedades hepáticas y renales, de los que informaron ellos mismos.
Resultados
Las personas más optimistas eran un 50 y un 76 por ciento más propensos a tener puntuaciones totales de salud en los rangos intermedios e ideales, respectivamente.
La asociación entre el optimismo y la salud cardiovascular era aún más fuerte cuando se tenían en cuenta características socio-demográficas como la edad, la raza y el origen étnico, el nivel de ingresos y la educación. La gente más optimista tenía el doble de probabilidades de tener una salud cardiovascular ideal, y un 55 por ciento más de probabilidades de tener una puntuación total en el rango intermedio, descubrieron los investigadores.
Los optimistas tenían significativamente mejor los niveles de azúcar en sangre y de colesterol que sus contrapartes. También eran más activos físicamente, tenía índices de masa corporal más saludables y eran menos propensos a fumar, según el estudio.
“A nivel de la población, incluso esta diferencia moderada en la salud cardiovascular se traduce en una reducción significativa de las tasas de mortalidad”, señala Hernández. “Esta evidencia, que plantea la hipótesis de que se produzca a través de un mecanismo bioconductual, sugiere que las estrategias de prevención dirigidas a la modificación del bienestar psicológico -por ejemplo, el optimismo- pueden ser una vía potencial para que la AHA alcance su objetivo de mejorar la salud cardiovascular de los estadounidenses en un 20 por ciento antes de 2020.”
La muestra
El estudio está considerado el primero que examinar la asociación entre optimismo y salud cardiovascular en una población grande, y diversa a nivel étnico y racial. La muestra estuvo compuesta por un 38 por ciento de blancos, un 28 por ciento de afroamericanos, 22 por ciento de hispanos/latinos y 12 por ciento de chinos, informa tendencias21.net