Si como muchas personas pusiste esta intención en tu lista de propósitos para este nuevo año, no estás solo(a). Cada vez, más personas se están dando cuenta de que comer no puede reducirse a un acto mecánico para saciar una ansiedad. No dejes de leer este artículo en el que te damos algunas recomendaciones para que comas conscientemente, usando más la cabeza y escuchando las señales de tu cuerpo para comer menos y disfrutarlo más. Así nunca más volverás a pensar en una dieta para bajar de peso.
¿Cuántas veces te has puesto a comer sin darte cuenta? Muchas personas dicen que cuando pasan todo el día en la casa, sin hacer nada, se van a la cocina a ver qué encuentran para picar. ¿Cuántas veces te has pillado repitiendo un plato por el sólo gusto de comer o por gula no por hambre? De seguro lo has hecho muchas veces y luego te sientes tan lleno(a) que sientes que vas a explotar.
Apuesto a que también has estado en algún restaurante en el que te llenan el vaso de limonada o de soda, tantas veces que ni te das cuenta que te bebiste cinco vasos en la cena. O quizás, vas a los famosos “todo lo que puedas comer” por un precio fijo y te sirves infinidad de veces sólo para justificar que pagaste por eso.
Si te ha pasado alguna de estas cosas, no eres el único(a). Creo que todos nos hemos encontrado en situaciones similares. Pero si sufres de sobrepeso o quieres simplemente lograr hábitos más sanos y conservar un peso saludable de acuerdo a tu estatura en este año nuevo, te aconsejo que empieces pensar más a la hora de comer. Pon atención a lo que hay en tu plato y hazle caso a las señales de tu cuerpo. Cuando te sientas satisfecho, deja los cubiertos a un lado.
¿Por qué comemos más de lo que necesitamos? Una investigación al respecto realizada por unos especialistas de la Universidad de Cornell, encontró que las personas comieron 73 por ciento más sopa cuando lo hacían de un plato que se les llenaba sin que se les preguntara. Lo curioso es que no se dieron cuenta de que comieron más, ni reportaron sentirse más llenos, lo cual demuestra que en general, las personas tendemos a ser visuales (comemos hasta que el plato esté vacío) en lugar de darnos cuenta de las señales internas del cuerpo, es decir, de si tenemos o no tenemos hambre.
Otros estudios también han demostrado que el ambiente definitivamente influye en lo que comemos y cuánto comemos. O sea que, volverte más consciente de cuánto comes, en resumidas cuentas, poner atención a la cantidad puede ser definitivo a la hora de bajar de peso y de mantenerte en ese peso.
Los siguientes consejos te podrían ayudar::
- Come en un plato pequeño, así servirás una porción menor y sentirás que has comido suficiente.
- Come despacio y mastica bien. Así permitirás que tu cerebro reciba las señales de satisfacción que se demoran en llegar un promedio de 20 minutos. Masticar bien también contribuye a que te sientas lleno y además, disfrutarás más de la comida.
- Intenta comer con tu mano que no es la dominante, de esa manera disminuirás la velocidad y el acto de comer dejará de ser automático.
- Toma agua o haz una caminata corta si sientes antojo de comer algo.
- Evita comer mientras estás frente a la computadora o viendo televisión.
- Lleva un diario de comidas. Una investigación realizada en el 2012 y publicada en el Journal of the Academy of Nutrition and Dietetics , encontró que quienes anotan diariamente lo que comen, tienden a bajar de peso. ¿La razón? Pueden ver claramente los patrones de su alimentación y lo que podría estar contribuyendo a que aumenten de peso.
Informa Vidaysalud, en su portal la próxima vez que tengas hambre, presta mucha atención a los alimentos que comes, a su textura, a su color y a su sabor. Verás que disfrutarás más el proceso y que comerás menos si lo haces despacio. Evita las distracciones, deja a un lado tu teléfono móvil, la televisión, la computadora y observa lo que tienes en tu plato. Tu cuerpo te lo agradecerá.