Mientras algunos consideran inconcebible que pase un día sin ducharse, otros no creen que sea necesario hacerlo tan a menudo. Lo cierto, es que más que una cosa de preferencias, depende de una serie de factores.

De acuerdo a varios especialistas entrevistados por la revista de salud masculina Men’s Health, si tienes un trabajo agitado, vives en un clima cálido y húmedo, realizas mucho ejercicio, en definitiva, si sudas mucho debes ducharte a diario.



La dermatóloga Monika G. Kiripolsky, explica que “el exceso de aceite en la piel obstruye los poros, que pueden conducir al acné facial y corporal, así como foliculitis, o granos rojos o pústulas”,
Con ello concuerda el médico Jeffrey Benabio, quien señala que bañarse todos los días puede eliminar la grasa y las bacterias que producen mal olor en tu piel.

Pero esto no es una regla para todos. Aquellos que no suelen transpirar mucho pueden ducharse cada 2 o 3 días, según Kiripolsky.
Por otro lado, ducharse excesivamente -más de una vez al día- debilita la función de barrera de la piel, por lo que es más probable que reaccione a fragancias, colorantes y otros irritantes potenciales. Esto hace que tu piel se ponga roja, reseque y sufra comezón con más facilidad.



Los médicos también enfatizan en que ducharse bien es mejor que ducharse con frecuencia.

Como recomendación, dicen que debes evitar los jabones de barra dura porque eliminan los aceites naturales de la piel. Asimismo, aconsejan utilizar agua tibia e poner cremas hidratantes cuando tu piel aún esté húmeda porque ayuda evitar el acné, dice Kiripolsky.
Junto con ello, recomiendan poner especial énfasis en el lavado del pecho, axilas y genitales porque son las áreas que más producen sebo, que es el responsable del olor corporal, la aparición de hongos e infecciones bacterianas, indica Kiripolsky.

Los errores más comunes en la ducha

Los médicos Heather Woolery -Lloyd y Heidi Waldorf, exponen los errores más comunes cometidos por las personas mientras se bañan. 

1. Tomar duchas prolongadas con agua caliente

No hay nada más reponedor que tomar una ducha caliente antes de dormir, sin embargo, esta práctica puede traer graves problemas a la piel. La dermatóloga Heather Woolery -Lloyd explicó que el vapor quita a la piel sus aceites naturales, por lo que puede provocar dermatitis en pacientes que nunca habían presentado antes esta enfermedad. La especialista recomendó que la ducha sea corta y con el agua tibia.

Además aclaró que terminar el baño con un chorro de agua fría sólo es beneficioso para las personas cuya piel se pone roja. “El frío ayuda a cerrar los vasos dilatados, ése es su único aporte”, aseguró.

2. Usar geles y jabones con mucha espuma

La profesional también enfatizó que los productos de baño que producen mucha espuma también son dañinos. Los ingredientes que provocan este efecto se denominan tensoactivos, y al juntarse con el agua retiran los aceites naturales de la piel.

Incluso explicó que la solución para la mayoría de los pacientes con piel seca consiste en cambiar el jabón o gel de ducha. Al respecto, Waldorf revela que los productos de las marcas Dove y Olay son los menos invasivos para el cuerpo. Éstos son los que menos despojan a la piel de proteínas, además entregan una gran hidratación que se mantiene por todo el día.

Agregó que el tradicional jabón en barra Dove es el mejor que existe en el mercado. Por lo tanto, a menos que tengas un problema dermatológico no es necesario utilizar limpiadores con componentes antibacterianos.

3. Restos de jabón que quedan en el cuerpo

Es común que queden restos de jabón detrás de la nuca o en otras partes del cuerpo después de salir de la ducha. La mayoría de las personas no les prestan importancia y lo quitan de la piel de manera descuidada. Los especialistas advierten que puede causar irritación y sequedad.

Según Woolery -Lloyd esto depende del tipo de producto que se está utilizando. Si éste contiene químicos y fragancias fuertes es probable que cause irritación, pero si se trata de uno suave no dañará la piel. Explicó también que hay varios jabones o geles que están fabricados para humectar, por lo que no exigen que se retiren completamente del cuerpo.

4. Máscaras faciales después del baño

Si usted es de las que se aplica una máscara facial después de salir de la ducha, le contamos que se trata de una práctica muy peligrosa para el rostro.

De acuerdo a la dermatóloga, esto puede provocar irritación porque causaría sequedad en muchos tipos diferentes de piel. En este sentido, Waldorf sostiene que después del baño sólo debe aplicarse una crema hidratante. Ya que cualquier otro producto se absorberá muy rápido.

5. Secarse inmediatamente después de la ducha

Es común que nos arropemos con la toalla para no sentir frío. Pero, pocos saben que es muy importante darse palmaditas en la piel para que el agua salga y prevenir así una piel seca.

Respecto a este tema, Waldorf enfatiza que después del baño es imprescindible humectar con crema los brazos, las piernas y el rostro.