Tener a una persona al lado mascando chicle, haciéndolo un tanto ruidosa u ostensivamente, incluso sacándoselo de la boca o mostrándolo entre los dientes no es, para muchos, la compañía más agradable. ¿Pero qué pasa si eso sucede en un evento oficial de gran relevancia y el aludido, el mascador irritante, es el Presidente de Estados Unidos?
Eso es lo que sucedió en India, en donde Obama se encuentra de gira. Las cámaras lo captaron mascando ostensiblemente, incluso sacándose el chicle de la boca, durante un evento oficial en compañía del Primer Ministro de ese país: el desfile en celebración de la Constitución de la India.
Esa conducta de Obama ha sido criticada ampliamente en redes sociales. Algunos consideran que es una muestra de mala educación, otros incluso afirman que con ello ha ofendido a los dignatarios de los que era huésped.
Con todo, no es que el mascar de Obama vaya a desatar un incidente internacional o una ruptura de relaciones. Y no es la primera vez que sucede. De acuerdo al portal ‘Politico’ Obama habría mascado chicle en actos públicos (y en muchos de ellos en compañía de otros mandatarios o políticos relevantes) anteriormente durante su gira en China, en la ceremonia del 70 aniversario del desembarco en Normandía en Francia e incluso durante la inauguración de su segundo mandato presidencial en 2013.
Sea como sea, ¿por qué el Presidente realiza esa práctica? Al parecer, según el periódico ‘Washington Post’, Obama masca chicles de nicotina para frenar su hábito de fumar, y lo hizo por recomendación médica. Y aunque ya habría superado su intensa afición al cigarrillo, ocasionalmente aún consume esos chicles y su dosis de nicotina, es de suponer que para prevenir recaer en el cigarrillo.
La conveniencia de dejar de fumar es clara y el éxito en ello es loable, pero muchos con todo se preguntarán por qué el Presidente tiene que mascar (chicles de nicotina, o de frambuesa o de lo que fuese) en eventos públicos, incluso en compañía de dignatarios, exponiéndose con ello a causar malestar en sus anfitriones o invitados y a desatar el escarnio de la crítica, sobre todo la de sus detractores y opositores políticos, informa Noticias Yahoo, en su portal.
Sea como sea, algunos encuentran en el mascar de Obama la prueba de una historia de éxito y superación (la salud bien vale una mascada) y otros una muestra de falta de tacto y de cortesía incompatible con la investidura presidencial.