El 1% más rico del mundo «se está convirtiendo en una raza aparte, biológica y psicológicamente hablando», a la cual la riqueza deshumaniza sin poder hacer nada para remediarlo, afirma el periodista Jacques Peretti tras pasar seis meses con algunas de las personas más ricas del planeta.

«Se están convirtiendo en una raza aparte. Y esto no es un uso vago del término, sino que es preciso biológica y psicológicamente hablando», afirma el periodista Jacques Peretti, quien pasó medio año rodeado de la gente más rica del mundo, incluyendo personalidades como el magnate Wang Jianlin o el multimillonario Tony Fernandes, para realizar el documental ‘The super-rich and us’ (‘Los superricos y nosotros’), informa ‘The Independent’.



«Lo que comenzó como un simple clan global que tenía dinero se ha convertido en una diferencia biológica. Los ricos ahora viven en su propia biosfera paradisíaca (…) en esta biosfera, comen mejor comida, van a mejores escuelas, visten mejor ropa, toman medicinas mejores y así hasta engendrar un nuevo clan más puro y rico. Incluso respiran aire más limpio», establece Peretti.

Asimismo, el periodista establece que esta diferencia no reside únicamente en el dinero, sino en la eugenesia (o mejora de los rasgos hereditarios humanos mediante diversas formas de intervención manipulada), afirmando que «en sus mentes, no son solo más ricos que el resto, sino mejores (…) y la palabra ‘mejor’ es importante, porque la falacia del perfeccionamiento moral que viene gracias al dinero es utilizada para justificar dicha desigualdad».



Peretti describe a los multimillonarios como «avatares de desigualdad, pero con una pizca de humanidad en su interior que tratan de volver a conectarse con la sociedad», aunque «no importa cuánto se esfuercen, viven en una burbuja hermética cerrada«. «Al ver la forma en la que viven, me recordaron a un paciente de ébola muy mimado que se encuentra en cuarentena y mira hacia el mundo exterior», añade.

Fuente: RT