La presidenta argentina, Cristina Kirchner, levantó agrias críticas dentro y fuera de su país por un tuit durante una visita de Estado a China, en el que la mandataria bromea sobre la dificultad de los asiáticos para pronunciar la letra R.

Tras ser recibida con gran pompa por el presidente Xi Jingping y ante la gran participación en un evento que clausuró el miércoles en Pekín, la presidenta tuiteó: “¿Serán todos de ‘La Campola’?, ¿O vinieron sólo por el ‘aloz’ y el ‘petlóleo’?”.



El comentario aludía a una crítica frecuente de sus detractores políticos internos, quienes aseguran que la presidenta infla la asistencia a sus eventos con miembros de La Campora, la organización juvenil de su partido, liderada por su hijo, quienes acuden únicamente para recibir un bocadillo y un refresco gratis.

Tras la ola de críticas que siguió al tuit, la dirigente se defendía en la misma red social: “Sorry. ¿Sabes qué? Es que es tanto el exceso del ridículo y el absurdo, que sólo se digiere con humor. Sino son muy, pero muy tóxicos”.



Broma racista

El comentario fue ampliamente cubierto por los medios argentinos e internacionales, pero es en las redes sociales donde más se explayó la ciudadanía.

“Racismo”, “falta de tacto”, “broma fácil”, “error”, “broma vergonzosa”, falta de respeto”, “inútil”… Kirchner vio desfilar toda clase de críticas, y de poco le sirvió para calmar los ánimos el torrente de tuits publicados a continuación para recalcar “la calurosa acogida” que ha recibido en China.

A su vez, los ciudadanos chinos reaccionaron en las pocas redes sociales permitidas por la censura, como Sina Weibo: ¿”Qué tal si pronuncias dos frases en chino para que oigamos tu pronunciación?”, preguntó uno.

Otro usuario de este servicio de microblogging similar a Twitter añadía: “Es increíble, cómo tiene el valor de mendigar inversión mientras ridiculiza a los chinos”.

La polémica llega en un momento en el que Kirchner se está viendo salpicada por el escándalo de la muerte del fiscal Alberto Nisman, quien antes de morir acusó al gobierno de encubrir a los responsables de un atentado en Buenos Aires en 1994, que dejó 85 muertos. Algunas voces en Argentina la han acusado de viajar a China para “escapar” del caso Nisman.

La prensa oficial china no se pronunció sobre el incidente ni sus implicaciones diplomáticas, y un portavoz del ministerio de Exteriores preguntado al respecto se negó a comentarlo.

Xi Jingping trata de crear lazos más fuertes con América Latina y recientemente se celebró en Pekín la cumbre de China-CELAC (Comunidad de Estados de América Latina y el Caribe).

AFP