Los Angeles. El cineasta mexicano Alejandro González Iñárritu busca hacer historia el domingo con «Birdman», una comedia que se verá las caras con el drama «Boyhood» en unos Óscar que este año avalaron las películas de autor y en los que Argentina busca su tercera estatuilla.
Entre sus nueve nominaciones, «Birdman» puja por Mejor película, director, guión, actor principal (Michael Keaton) y actores secundarios (Emma Stone y Edward Norton) gracias a una historia que reflexiona sobre el ego y las frustraciones a través de un artista que intenta recobrar su prestigio.
Esta cinta destaca en la filmografía de González Iñárritu no solo por ser su primera comedia -antes hizo las oscuras «Amores perros», «21 gramos», «Babel» y «Biutiful»-, sino por el uso magistral de la cámara que convierte el film en un continuo, aunque aparente, plano secuencia.
En eso tuvo mucho que ver Emmanuel Lubezki, el genial director de fotografía mexicano que buscará el domingo su segundo Óscar y ha sido nominado otras cinco veces en el pasado.
González Iñárritu llega a la gala «con ganas de disfrutar, pero con bajas expectativas», a pesar de que la temporada de premios le da una sólida ventaja para mejorar los triunfos de su amigo y compatriota Alfonso Cuarón, que conquistó el año pasado con su «Gravedad».
Pero «Boyhood» se presenta como un hueso duro de roer al haberse convertido en el experimento cinematográfico más espectacular de los últimos años.
Esta arriesgada apuesta de escasos recursos fue rodada durante 12 años por Richard Linklater para contar cómo evoluciona una familia a través de los ojos de un niño.
En liza en seis categorías, entre ellas Mejor película y director, «Boyhood» ha prácticamente garantizado el triunfo de Patricia Arquette como actriz de reparto.
En este juego de dos podría colarse la bélica «Francotirador», la única taquillera de las que compiten por la gran corona, que ha llevado al cine la vida del francotirador más letal de Estados Unidos. Dirigida por Clint Eastwood y protagonizada por Bradley Cooper (nominado por tercera vez consecutiva), este sobrio film opta a seis estatuillas.
Las otras candidatas al Óscar son «El gran hotel Budapest», que compite en nueve categorías; «The Imitation Game» (o «El Código Enigma», en ocho); «Teoría del todo» (5), «Whiplash» (5) y «Selma» (2).
– Ajuste de cuentas –
El teatro Dolby, en el corazón de Hollywood, está casi listo para acoger a partir de las 17H00 locales (01H00 GMT del lunes) la ceremonia más seguida del mundo, que será presentada por primera vez por el actor Neil Patrick Harris.
Como es habitual, las estrellas pasearán por la alfombra roja sus delicados vestidos y sus millonarias joyas, que para bien o para mal darán que hablar durante semanas.
Julianne Moore, una de las habituales reinas de la elegancia, desfilará este año como la favorita para alzarse con el premio a Mejor actriz por «Siempre Alice», en el que interpreta a una mujer con alzheimer precoz.
En la contienda masculina las cosas están menos claras, pero los críticos apuestan por Keaton («Birdman») o Eddie Redmayne, convertido en el físico Stephen Hawking en «Teoría del todo».
Al igual que Arquette en «Boyhood», todo indica que J.K. Simmons hará sombra a sus contrincantes como mejor secundario por interpretar a un profesor de jazz con métodos que rozan la tortura en «Whiplash».
González Iñárritu competirá con Linklater, Wes Anderson («El gran hotel Budapest»), Bennett Miller («Foxcatcher») y Morten Tyldum («The Imitation Game») por la estatuilla a la mejor dirección.
La contienda ha estado teñida de polémica porque ningún actor afroamericano compite en las categorías actorales, cuando «Selma», sobre la lucha de Martin L. King, es una de las rivales como Mejor película. Tras el anuncio de los contendientes, Twitter estalló con la etiqueta #OscarsSoWhite (Óscars muy blancos).
– Latinoamericanos muy presentes –
Desde Argentina llega casi al completo el equipo de «Relatos salvajes», un film que entrelaza seis historias cargadas de violencia y humor negro firmado por Damián Szifrón.
Si el título de la película suena durante la ceremonia, este país sudamericano sumará su tercera estatuilla en la categoría de habla no inglesa.
Nicaragua entró a la contienda con el cortometraje documental «La Parka», donde Gabriel Serra narra el trabajo de un carnicero.
El brasileño Juliano Ribeiro Salgado también opta al Óscar por su documental largo «La sal de la tierra», un proyecto que plasma el trabajo fotográfico de su padre, Sebastiao Salgado, con la colaboración del cineasta alemán Wim Wenders.