Tras varios años de la publicación de su bestseller Stumbling on Happiness (que significa Tropezar con la felicidad), el psicólogo e investigador de la Universidad de Harvard, Daniel Gilbert, escribió un nuevo artículo sobre cómo el dinero puede, en cierto modo, comprar la felicidad.
La revista Time hizo un compilado de los ocho modos en que el dinero hace a las personas más felices, basado en lo escrito por el investigador.
1. Comprar más experiencias y menos cosas materiales
La investigación de Gilbert sostiene que las vacaciones o los parques de diversiones proporcionan más felicidad que los autos o los televisores.
Esta afirmación se basa en un estudio del Journal of Consumer Psychology que asegura que el 57% de las personas consultadas afirmaba haber sido más feliz a partir de las experiencias que de los bienes materiales, mientras que apenas el 34% contestó a la inversa.
2. Usar el dinero para beneficiar a otros y no a uno mismo
Dar a otros mejora las relaciones sociales, las cuales proporcionan gran felicidad. Cuando uno da, siente que las relaciones con otros se vuelven más fuertes y duraderas.
Investigadores dieron dinero a estudiantes de la University of British Columbia y le dijeron que podían gastarlo en ellos o en otros. Al final del día, aquellos que lo gastaron en otras personas dijeron estar más felices que quienes lo gastaron en sí mismos.
3. Es preferible comprar muchos placeres chicos a pocos placeres grandes
La felicidad está más asociada a la frecuencia con la que se siente que a la intensidad.
4. Evitar garantías prolongadas u otras formas de seguro caro
El estudio asegura que las personas resuelven los acontecimientos negativos mucho mejor de lo que se imaginan.
5. Consumir de modo retardado
Es más disfrutable cuando uno está deseando recibir determinado placer, que recibirlo de un momento a otro sin esperarlo. Por eso, postergar las cosas buenas hace que las personas sean más felices.
Por ejemplo, cuando uno compra un paquete de galletitas, si se las come enseguida puede que saboree todas las unidades, pero si espera para comerlas más tarde, se le agrega el placer de haber deseado hacerlo durante mucho rato antes.
6. Considerar cómo las características del objeto de consumo afectan en el día a día
Al momento de comprar algo, hay que tener en cuenta cómo eso puede llegar a afectar en el día a día.
Por ejemplo, poner una piscina en la casa puede ser una buena idea en principio, pero si se considera todo lo que se gasta en mantenimiento y en limpieza quizá ya no sea tan buen negocio, debido a que puede traer más dolores de cabeza de lo que uno en principio se imagina.
7. Cuidado con las comparaciones previo a las compras
Si uno compara muchas opciones antes de comprar puede perder la atención de lo que es realmente importante.
A veces las personas terminan gastando tiempo en definir por pequeñas diferencias, cuando la realidad es que probablemente todas las opciones terminen dando, a grandes rasgos, los mismos beneficios en el largo plazo.
8. Prestar atención a la felicidad de los otros
Las cosas que se vuelven populares generalmente tienen un motivo para serlo.
Si a otros les causa placer o felicidad, entonces sería oportuno ir por el mismo camino y poder disfrutar de esas cosas igual que el resto.
Fuente: www.mdzol.com