Fue uno de los programas más exitosos de MTV, y uno de los más recordados por los fanáticos de los autos: Pimp my ride (Enchúlame la máquina, en su curiosa traducción al español).
Corría el año 2004 y el programa seleccionaba autos decadentes y al borde de convertirse en basura y los transformaba en máquinas muy producidas para felicidad de sus dueños, con locuras como fuentes de chocolate en la parte posterior, equipos musicales de alta gama o incluso mesas de billar acondicionadas para el espacio disponible.
Los arreglos del vehículo eran tan exagerados que rayaban en lo ridículo, pero esta fue una fórmula que hizo que prendiera en la audiencia y se convirtiera en uno de los mayores éxitos televisivos de la década.
Todo hasta ahora, en que The Huffington Post publicó que varios de los dueños de autos que estuvieron en el programa denunciaron que todo era una “real farsa”.
De acuerdo a los testimonios, varios de los aparatos hechos para mejorar las características de los autos fueron sacados de los vehículos apenas terminaban los programas.
Algunos de estos accesorios muchas veces simplemente no funcionaban o estaban muy lejos de lo que se veía en pantalla como instalaciones espectaculares que no reparaban en recursos con tal de dar mayor calidad al producto final.
El caso más extremo fue el de un participante que grabó la explosión de su auto tras ser intervenido por “Enchúlame la máquina”. De nombre Justin Dearinger, aseguró que tuvo que reparar su auto con sus propios medios.
MTV no se ha pronunciado ante la revelación hecha por estos participantes y tampoco se sabe por qué los supuestos afectados demoraron tanto tiempo en hacer la denuncia.
Fuente: Contexto.com.ar
