Santo Domingo. Quirino Ernesto Paulino Castillo, alias El Don, recibió privilegios en esta terminal aérea que sólo los diplomáticos reciben en el lugar, puesto que sólo faltó que le ofrecieran el Salón de Embajadores o VIP para completar la totalidad de las facilidades.
Llegó en el vuelo 609 de Jet Blue, a las 4:52 a.m. del sábado, y un oficial adscrito al Cuerpo Especializado de Seguridad Aeroportuaria y de la Aviación Civil (CESAC) lo esperaba en la misma puerta del avión, según las versiones recogidas en el lugar.
De acuerdo con las informaciones filtradas al periódico Diario Libre , el pasaporte NY0096284 a nombre de Quirino Ernesto Paulino Castillo, junto con el documento de migración que llenó en el avión con sus generales, fue llevado por el oficial a la casilla de Migración para que el inspector de la misma le diera entrada al país.
Pasado este proceso, también logró una salida rápida por Aduanas, ya que sólo traía un bulto de mano, y quien lo recibió le facilitó la salida. El oficial que lo recibió, supuestamente allegado a su esposa, está bajo investigación, porque también lo escoltó hasta la salida.
Además, llama la atención que el “general de migración”, donde están los datos del viaje no está sellado por ningún inspector de Migración, como debe hacerse para hacer constar que tal o cual persona entró o salió del país.
Según lo narrado a Diario Libre , cuando “El Don” se dirigió hacia el área publica de la terminal fue que una persona dijo: “Tú verás qué lío, Quirino acaba de llegar, y Migración no avisó al DNI”, lo cual provocó un corre corre por toda la terminal en busca del recién llegado.
Quirino Ernesto Paulino Castillo, ex capitán del Ejército, quien cumplió una condena de nueve años en Estados Unidos, por el alijo de 1,380 kilos de cocaína incautados por las autoridades dominicanas en el 2004, habría usado influencias para no ser detectado por los organismos de seguridad del Estado a su llegada a la terminal AILA.
Sólo las personalidades admitidas en el país como miembros de los cuerpos diplomáticos tienen el privilegio de no presentarse ante el supervisor o inspector de Migración para cruzar sus documentos de viajes con la base de datos. La única diferencia fue que Quirino no utilizó Salón de Embajadores.
Los investigadores no han podido constatar quién fue el inspector de Migración que atendió a Quirino, debido a que no existe un sello de migración que es personal de cada oficial, estampado en los documentos que éste entregó, y si selló el pasaporte resulta difícil saberlo, ya que es un documento al que en este caso se le hace una foto copia, y esta vez no se hizo.