Romeo Santos es ya millonario. Se le pagarán más millones para actuar en la Fiesta Nacional de la Vendimia… ¿Por y para qué traerlo? Si él puede venir de forma privada y montar su show en este “pequeño pueblo” (así considera a Mendoza). ¿Por qué gastar dinero público en algo tan arbitrario y desproporcionado? ¿Por qué además pide 18 millones APARTE por tener que presentarse en “un pueblo pequeño”? Por qué el gobernador Francisco Pérez cargará ese nuevo (y más absurdo aún) costo a los municipios departamentales, mermando sus arcas y con ello la de los artistas mendocinos que no son ni millonarios ni mediáticos ni privados, es decir independientes?

Es un despropósito y una grave lesión al concepto que debiera tener de cultura la gestión política vigente, ya que responde a parámetros de una “globalización” que enmascara la pérdida de identidad en pos del negocio de la “¿libre industria cultural?” (libre mercado quizás!)

Debe de darse el espacio para que, tanto los artistas mendocinos (y argentinos) como el pueblo provincial, podamos no sólo opinar sino DECIDIR sobre temas que involucran fondos estatales, ya que hay instancias en que el poder de hacer y deshacer se convierte en abuso, por ser manejadas sin el consenso de las áreas involucradas/afectadas/perjudicadas.

El despilfarro que implica traer a un cantante de innegable difusión internacional, aunque de discutible calidad artística, no debería ser decisión unilateral y a discreción, Y mucho menos debido a que la vendimia NO CUENTA CON UN PRESUPUESTO INDEPENDIENTE, SINO QUE SE DESTINAN FONDOS DEL PRESUPUESTO ANUAL DE CULTURA PROVINCIAL.

Nuestra cultura, menospreciada, genera Violettas que son embajadoras culturales, y Tinellis que se llevan “por el caño” el arte como valuarte de la humanidad, para transformarlo en mercancía kitsch de tienda de souvenirs “artesanal y regional” que reza en sus productos “made in China” en la Quiaca y en Ushuaia.

Hasta ahora 94 personas habían firmado la petición.

Fuente: secure.avaaz.org