Un ángulo inadvertido o una siniestra directiva editorial: la portada de la última edición de la revista Time, divulgada este jueves, muestra a la probable candidata presidencial para 2016, Hillary Clinton, luciendo lo que parecen ser unos cuernos de diablo.
No es la primera vez que una imagen similar aparece en la revista, la posición de la «M» en el Time ha estado encima de docenas de personalidades, incluyendo el papa Francisco, el predicador Billy Graham y el fundador de Microsoft, Bill Gates, quienes también figuraron como si tuviesen rasgos satánicos.
Un reportero de Time tuiteó un enlace a 33 portadas similares de la revista publicadas a lo largo de varios años, incluyendo una que muestra al esposo de Clinton, el expresidente Bill Clinton.
Pero debido a la actualidad de la exprimera dama – las revelaciones de que usó una cuenta de correo electrónica personal y no oficial cuando era secretaria de Estado, y que la fundación de su familia recibió donaciones extranjeras -, la portada de la revista desató un debate en la web.
«Diablesa 2016: ¿lapsus del Photoshop? o ¿sutil pauta editorial?», escribió en su cuenta de Twitter la revista conservadora National Review.
La portada muestra la silueta de Hillary Clinton, con el titular «El estilo Clinton» (The Clinton Way), y el subtitulo: «Ellos escribieron sus propias reglas. ¿Funcionará esta vez?».
«En este caso, la exsecretaria de Estado explicó, que aquellas reglas bendicen su decisión de borrar cerca de 30.000 correos electrónicos de un servidor familar a pesar de saber que esos correos electrónicos se habían vuelto objeto de interés de los investigadores del Congreso», señala la historia de primera página.
Muestra además a la poderosa pareja Clinton en ambición perpetua, alimentados por un apetito de gloria política pero paralizados por la tensión financiera y las travesuras «sexuales irresponsables» de Bill Clinton.
Los últimos escándalos que persiguen a Hillary Clinton han llevado a analistas y observadores políticos a preguntarse si ella y su equipo juegan de acuerdo a sus propias reglas, desobedeciendo las directrices que se aplican a todo el personal de gobierno.
Hillary Clinton, en un intento de aplacar la controversia, sostuvo una rueda de prensa este martes en la cual insistió que como jefa de la diplomacia ella usó una cuenta personal de correo electrónico que funcionaba en un servidor privado por «razones prácticas», lo que podría constituir una violación de las normas vigentes y plantea la cuestión de la seguridad de las comunicaciones sensibles.
Pero la polémica ha arrojado una sombra sobre lo que muchos pensaban sería un despliegue perfectamente orquestado de su campaña presidencial a comienzos del próximo mes.
