Miles de comerciantes del centro histórico de Ciudad de México han sufrido pérdidas estimadas en 24,6 millones de dólares debido al cierre de calles por la filmación de la nueva película de James Bond, «Spectre», denunció el gremio ayer por la tarde.
«El cierre de vialidades y pasos peatonales afectan de manera directa e indirecta a más de 6.627 negocios», de un total de 22.000 que existen en la zona, «lo cual genera pérdidas por 376,9 millones de pesos» (24,6 millones de dólares), advirtió en un comunicado la Cámara de Comercio, Servicios y Turismo en Pequeño de la Ciudad de México (Canacope).
La filmación de escenas de «Spectre», en la que Stephanie Sigman se convertirá en la primera «Chica Bond» mexicana en el cine, representará «una promoción importante» de Ciudad de México pero «lamentablemente» los cierres viales han dificultado la llegada de turistas y consumidores a esos comercios y restaurantes, que dan trabajo a 64.900 personas, subrayó la Canacope.
Una fuente de la agrupación de comerciantes dijo a la AFP que la producción de «Spectre», cuyas filmaciones en el centro histórico iniciaron hace unas dos semanas y concluyen el miércoles, pagó entre 1.500 y 2.000 pesos (de 98,1 a 130,8 dólares) a cada establecimiento ubicado en los sitios precisos del rodaje por día de filmación, una cantidad que consideran insuficiente.
La celosa producción del rodaje pidió al gobierno de Ciudad de México cerrar también varias cuadras a la redonda de las filmaciones para evitar que los curiosos grabaran de cerca las escenas, en las que participa el actor Daniel Craig, que encarna por cuarta ocasión al famoso agente secreto 007.
Los comerciantes del centro histórico también sufren pérdidas por los cierres viales causados por las cotidianas marchas, conciertos y eventos oficiales.
Los días previos al inicio de la filmación, que incluyó escenas en el antiguo edificio del Senado y la gigantesca plaza central del Zócalo, estuvieron rodeados de polémica por una supuesta solicitud de autoridades mexicanas para que la trama favoreciera la imagen del país, algo que fue desmentido por el productor Michael G. Wilson.
El 24º largometraje de James Bond, cuyo estreno está previsto para noviembre, es dirigido nuevamente por Sam Mendes («Skyfall») y también está ambientado en Roma, Tánger y Solden, en los Alpes austriacos.