Santo Domingo. Vamos por mal camino, la sociedad dominicana se encuentra en un punto en el que se hunde para siempre o reacciona de forma contundente.
Nadie cree en la justicia que condena a los débiles y absuelve a los corruptos. Si hacemos un repaso breve nos daremos cuenta que el sistema se corrompió de los pies a la cabeza, tenemos policías sicarios, militares al servicio del narcotráfico, jueces que son sus sentencias favorecen la estructura criminal, ya sea por miedo o por complicidad, fiscales que no instrumentan de forma correcta los casos para que los delincuentes no reciban una condena, tenemos una estructura en las llamadas Altas Cortes al servicio de quienes consiguieron sus nombramientos.
Hace unas semanas la fiscal del Distrito Nacional indicó que en el 90% de los casos de sicariato y otros delitos existe la participación de policías y otros militares dominicanos.
Da mucha pena que la gente prefiera creer a delincuentes confesos ante el descredito que tienen en este momento quienes se supone que deben poner el orden.
Preocupante es saber que a quienes ocupan las posiciones de dirección más elevadas del Estado no les preocupe lo que pasa, prefiriendo guardar un silencio que levanta sospechas.
Imagen cortesía de Chavochi