Cuando tu médico te dice que el colesterol alto no es bueno para la salud, lo dice por tu bien. Pero si aún no entiendes qué es el colesterol y por qué afecta a tu corazón, aquí te damos una breve explicación que te ayudará en tu próxima visita al doctor.
Primero, es bueno entender que el colesterol es una sustancia cerosa, o grasosa, que se encuentra en todas las células de tu cuerpo y que es usado por el organismo para construir células saludables nuevas, así como algunas hormonas vitales.
Entonces, ¿por qué es malo?
Es malo solamente si sus niveles se elevan por arriba de lo normal. Si tienes niveles de colesterol elevado, puede ser que desarrolles depósitos de grasa (unas placas en donde también se deposita calcio) en las paredes de tus vasos sanguíneos, lo cual hace que eventualmente, se estrechen y entorpezca a la sangre la circulación de la sangre. Y por sentido común, si a la sangre le cuesta trabajo circular, entonces el riesgo de que se tarde en llegar al corazón, cargada de oxígeno, es más alto, o incluso se puede tapar totalmente y por lo tanto, aumenta la probabilidad de sufrir un ataque al corazón. Y si por culpa del colesterol llega menos sangre a tu cerebro, puedes sufrir una apoplejía (derrame cerebral, accidente cerebrovascular o ACV). A veces un pedazo de esa placa de colesterol se desprende de la pared de ese vaso y viaja por con la sangre hasta que tapa la circulación más adelante con las mismas consecuencias.
¿Cómo puedes saber si tienes el colesterol alto?
Como el colesterol elevado en la sangre no da ningún síntoma (no causa dolor, etc.), la única manera de saber que está elevado es con un examen de sangre. Lo ideal es empezar a hacerte el examen a partir de los 20 años para luego hacerlo cada cinco años (o antes, si tienes antecedentes familiares importantes y tu médico te lo recomienda). Si tienes más de 20 años, ¡no importa! Puedes ir a tu doctor para hacerte el examen de sangre y de acuerdo a los resultados él o ella te indicarán la frecuencia con que debes repetirte el examen y además, si debes hacer algo para bajar tus niveles. Si en tu familia hay historia de colesterol alto, y otros factores de riesgo como diabetes, tu médico te pedirá que tus exámenes de sangre sean más frecuentes.
Por lo general, el colesterol es altamente tratable con una dieta sana, ejercicio y en ocasiones, medicamentos.
El colesterol viaja a través de tu sangre, adherido a las proteínas. A esta combinación se le denomina “lipoproteínas” (algo así como grasa más proteína) y de ahí surgen los tres tipos de colesterol de los que tu médico tal vez te va a hablar. Para que si es el caso, no te suene a “chino” lo que te dice el doctor, aquí va un breve repaso que explica los tipos de colesterol dependiendo del tipo de colesterol que lleva la lipoproteína:
- Lipoproteína de baja densidad (LDL por sus iniciales en inglés): este es el colesterol “malo”, pues se adhiere a las paredes de tus arterias y las hace duras y angostas.
- Lipoproteína de muy baja densidad (VLDL por sus iniciales en inglés): contiene la mayoría de los triglicéridos, un tipo de grasa que hace que las partículas de colesterol LDL o “malo” se hagan más grandes y como consecuencia, hace que los vasos sanguíneos se vuelvan más angostos.
- Lipoproteína de alta densidad (HDL por sus iniciales en inglés): es conocido como colesterol “bueno” porque recoge el exceso de colesterol y lo lleva de regreso al hígado.
El nivel del colesterol depende en parte de nuestra herencia (que no está bajo nuestro control) y en parte de factores ambientales, como lo que comemos y nuestra actividad física (que si están bajo nuestro control). Para tener un nivel de colesterol dentro de límites normales o bajarlo (y para reducir el nivel de LDL) hay muchas cosas que puedes hacer que están bajo tu control como practicar algún deporte o ejercicio, comer una dieta balanceada baja en grasa (especialmente disminuyendo las grasas saturadas) y procurando mantener un peso saludable.
En ocasiones, a pesar de hacer todo lo que está bajo nuestro control el colesterol total y el colesterol malo (LDL) o los triglicéridos pueden estar por arriba de los niveles normales y/o el colesterol bueno (HDL) puede estar por debajo de lo normal aumentando tu riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares. En ese caso, tu médico, podría asesorarte y recomendarte qué otras cosas podrías hacer para mejorar tus niveles incluyendo, si es necesario, tomar medicamentos (como estatinas) que si lo piensas, salvan millones de vidas, informa vidaysalud, en su portal.
Ahora que ya sabes de qué se trata el colesterol, es hora de que te enteres si tus niveles están dentro de límites normales o no para poder tomar medidas al respecto.