Al menos 22 inmigrantes ilegales haitianos que vivían en una pensión del Distrito Municipal de Ortega, en Moca, abandonaron el lugar por temor a ataques de los vecinos, después de que una turba atacara varias viviendas donde residían varios indocumentados.
Según informó la Policía, la situación es normal en la zona, tras los sucesos de ayer, cuando un grupo de ciudadanos dominicanos destruyeron al menos dos casas habitadas por haitianos y expulsaran a decenas de éstos de su comunidad, en represalia por la muerte de un dominicano, de la que acusan a dos inmigrantes del vecino país.
Los haitianos se marchan de esa población por la falta de seguridad que perciben ante la ira de los dominicanos que residen en Ortega, ya que hacen responsables a dos compatriotas suyos de la muerte de Carlos José Núñez Gómez, un moto taxista de 18 años .
Uno de los inmigrantes, Jean Pantientie, dijo que, debido al desorden y la falta de controles que hay en la frontera dominico-haitiana, muchos delincuentes de su país, incluso prófugos de la Justicia, se han establecido en República Dominicana.
Subrayó que esas personas no solo constituyen un peligro para los dominicanos, sino también para los haitianos honestos y trabajadores, y consideró una injusticia que se culpe a todo un colectivo por lo que han hecho dos personas.
Según su testimonio, constantemente, los haitianos son víctimas de robos, asesinatos, asaltos y otros hechos delictivos por parte de compatriotas suyos que han venido al país a delinquir, pero esos hechos no trascienden en los medios de comunicación.
«Nadie debe pagar por las cosas malas que hacen otros, ni nosotros como inmigrantes, ni los dominicanos, somos culpables de que hayan entrado tantos delincuentes de mi país, echen las culpas a los vigilantes de la frontera», se quejó el inmigrante.
La Policía aseguró que garantiza la seguridad de haitianos y dominicanos, y reiteró la situación sigue normal en Ortega, aunque a las protestas de sus vecinos se sumaron residentes del Higuerito, localidad vecina, ya que están sufriendo robos, asaltos y asesinatos, presumiblemente cometidos por haitianos ilegales. EFE