Santo Domingo. El pueblo está de fiesta, el júbilo se siente en cada rincón de la isla desde que ayer se hizo pública la renuncia de Vincho Castillo, su hijo Pelegrín y parte del reducido grupo que pertenece a la Fuerza Nacional Progresista.
El país celebra esta decisión, esperando que los renunciantes no sigan cobrando los sueldos que devengaban desde hace muchos años.
La familia Castillo tiene su origen en el seno de la dictadura del nefasto Rafael Leónidas Trujillo, desde aquel entonces se han mantenido como parásitos viviendo de casi todos los gobiernos, son tan cínicos que nunca se opusieron a la reelección de Joaquín Balaguer, tampoco a la de Leonel, pero ahora que no se acatan sus órdenes bajo la modalidad del chantaje prefieren enfrentar a Danilo Medina.
Malo no es que renunciaran, malo es que a las actuales autoridades le faltara valor para sacarlos a patadas del Palacio Nacional.
Si fueran honestos deberían también renunciar a la curul que ocupa Vinicio Castillo Semán en la Cámara de Diputados, pero eso no va a suceder, porque es el último eslabón de poder que les queda y mediante el cual van a seguir haciendo mucho ruido mediático en los medios que controla el jefe a quienes ellos defienden con sus garras.
Fuera los traidores a la Patria que amparados en una falsa protección de la soberanía han cometido sus fechorías, parte de las cuales están saliendo a la luz pública en estos momentos.
Qué bueno! #sefuenlovinchomen