El abogado Namphi Rodríguez llamó al Congreso a rechazar la propuesta de reforma constitucional introducida por un grupo de senadores del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) por la falta de consenso de las principales fuerzas políticas, la sociedad civil, el sector empresarial y las iglesias.
Rodríguez, presidente de la Fundación Prensa y Derecho, dijo que se cometería un “atropello” contra la Constitución si se da paso a un proceso de reforma “cocinado” en diez días, desde que el pasado 19 de abril la facción del Comité Político del PLD del presidente Danilo Medina se impuso a la del ex presidente Leonel Fernández.
“Una Constitución es un pacto social, un Contrato Social, no puede ser un instrumento de quienes detentan el poder momentáneamente; ese es un acto de supremo egoísmo”, dijo.
Sostuvo que una reforma en esas condiciones propiciaría un clima de inestabilidad política que pudiera dar origen a una iniciativa de juicio político contra el presidente Medina.
Advirtió que la Constitución no es un “pedazo de papel” que puede ser “enajenada” por los caprichos de los gobernantes de turno y abogó por respeto al principio democrático del artículo 4 de la Carta Sustantiva que establece la obligación de observancia a las reglas de juego del pluralismo político.
“Hoy es el presidente Danilo Medina dizque por popularidad, pero mañana será su sucesor. Que alguien nos diga qué pasará cuando Danilo pierda su popularidad, tendremos que volver a reformar la Constitución”, adujo.
Igualmente, deploró que en medio del debate constitucional se pretenda desconocer las garantías institucionales y procedimentales que establece la propia Constitución al buscar aprobar la ley de convocatoria con mayoría simple y sin referendo.
“El Referendo es una garantía del derecho de ciudadanía y no negociaremos ninguna reforma sin cumplir con ese mandato que es preceptivo en el procedimiento constitucional de reforma”, subrayó.
Dijo que una de las instituciones más democráticas que establece la Constitución es el referendo porque permite a los ciudadanos expresar sus opiniones directamente y legitimar las acciones de los políticos.
“Es inaceptable que se cocine una reforma salcochada, sin legitimidad, ni participación ciudadana, esa etapa del conchoprimismo político, del autoritarismo, del mesianismo ya ha terminado; ahora es el pueblo quien decide, así lo consagra nuestra Constitución”, concluyó.
