Hemos observado lleno de ira y de impotencia como nuestros sistemas montañosos arden, frente a la mirada indiferente de los entes y organismos que deben velar por la protección de esos ecosistemas. Sólo pronunciamientos que nada más se quedan en farándula; pero, nada de consecuencias para quienes están perpetrando ese horrendo crimen en contra de la conservación de la vida con esas acciones terroristas y muy por el contrario, atropellando a quienes han defendido ese patrimonio nacional y han tratado de colaborar en la extinción de esos voraces incendios, como ha ocurrido en Loma Miranda, de una manera burda y grotesca.
En toda la geografía nacional, incendios por doquier y nadie sabe quién, cuándo y cómo ocurren; pero, al ver la magnitud de los mismos, cómo se comportan en su voraz avance y en la forma cómo evolucionan los mismos, vemos que en ellos hay una actuación criminal en contra de la nación dominicana, que no es fortuita y detrás de los mismos hay actores que los financian o los patrocinan. Esos patrones de fuego son calculados por elementos que conocen de ese oficio. Aquí está actuando la naturaleza criminal dirigida por el hombre. No son producidos por fumadores, hacedores de carbón ni por causa de fogones. No somos locos.
Vimos en la Loma del Curro varios frentes de incendios, que si se les hubiese dejado avanzar, se quemaría toda, arrasando con todas las especies habidas y por haber y dejando sin vegetación la corteza terrestre y concomitantemente, extinguiendo los afluentes de aguas naturales que existen en la misma.
Ese mismo día que se avistaron los incendios en la Loma del Curro, dos alarmas de incendios forestales casi simultáneos: Uno en Polo y el otro en Playa Azul; y, nada de consecuencias. ¿Fortuitos?; ¿Frutos del azar?
Y nos preguntamos medios incrédulos e idiotizados: ¿Y dónde están los servicios de inteligencia de las instituciones que les corresponde la seguridad nacional, que sólo actúan en determinadas circunstancias y en lo que les conviene o para joder a alguien o en función de los intereses poderosos?; ¿Dónde está la inteligencia y contra inteligencia?; ¿Dónde están los helicópteros y aviones que pudieren estar patrullando y vigilando las zonas montañosas para actuar con un plan de contingencia estratégico y planificado con los organismos armados?; ¿Qué partidas y recursos se han asignado para hacerle frente a este macabro plan y neutralizarlo?.
¡No, no hay un sistema de consecuencias!; ¡todo bien gracias y eso no les quita el sueño!. No les interesa saber qué pasó en Loma Miranda, principalmente y cómo han de castigarse los culpables de estos hechos caiga quien caiga. ¿Por qué no quemar vivos a los autores materiales, intelectuales y actores directos de estos incendios o sacarlos del país expulsados y confiscarles sus bienes?; ¿Acaso será un ensayo para luego poner en marcha sus verdaderos planes?; ¿Quién estará apadrinando, asesorando, entrenando o actuando directa e indirectamente como cómplices o autores?. Me imagino que nada de eso se ha investigado con profundidad. No visualizo una verdadera y contundente respuesta, seria y responsable que ponga a miarse a estos carajos que se creen intocables, como a las demás manos que pudieren estar detrás de todo eso.
Por más que digan, la historia se nutre de hechos y hay que darle el mérito a quien se lo merece y se lo ha ganado. Cuándo Pedro de Jesús Candelier estuvo al frente de la Dirección General de Foresta, frente a cualquier humito que surgía en cualesquiera de nuestras Lomas, ahí estaba él en un helicóptero sobrevolando y actuando frente a los actores; tomando medidas eficientes y eficaces, no importa cuan dura era; pero, había que actuar así como lo hizo y ahora más que nunca. Hoy hay más aviones y ahí siguen estando los helicópteros. No hay ningún plan de contingencia y todo lo que se hace para extinguir los fuegos es de tripa a corazón y de manera rudimentaria. Hay que ver esos hombres y los militares apagando esos incendios y con qué valor, arrojo y dedicación hacen esas labores, que son dignas de admiración y respeto. Por lo demás, la misma inercia de siempre cuando de esto se trata. Gústele a quien no le guste, ésta es la verdadera realidad y no se que se está esperando para actuar con manos duras. ¡¡Hasta cuándo!! !!Hacia dónde llegaremos!!!
Por: Lic. Jorge A. Abreu Eusebio.